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Garganta de Bohoyo, en la Sierra de Gredos.
Las montañas de Unamuno

Las montañas de Unamuno

Una guía recopila 32 ascensiones y caminatas inspiradas en excursiones y viajes del escritor y filósofo bilbaíno

Javier Muñoz

Jueves, 8 de agosto 2019

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Las librerías están repletas de guías de montaña compiladas con todas las excusas imaginables, pero la que mencionamos aquí, publicada por Juan A. Serrano, un matemático de Madrid, se sale de lo trillado. El leitmotiv son las cimas holladas por Miguel de Unamuno y Jugo (1864-1936), escritor, filósofo, catedrático y... enamorado del paisaje. Un montañero, en suma, a quien las cumbres de Gredos fascinaban igual que otros montes de su Bilbao natal y los alrededores, por donde caminó desde que era adolescente. Entonces se veía a sí mismo como Rousseau ante los Alpes, adonde viajó más adelante.

'32 montañas de Unanuno' (Editorial Uno, autoedición) detalla otras tantas rutas de dentro y fuera de España que el escritor de la Generación del 98 completó o sobre las que habló después de haber estado cerca de ellas. El libro es exhaustivo y tiene un doble valor. Sirve de referencia para hacer excursiones, como cualquier otra guía, con itinerarios detallados que Juan Serrano completó, fichas y mapas. Al mismo tiempo desvela una faceta de Unamuno no demasiado conocida, ya que a cada trayecto se le añade un fragmento de lo que el insigne intelectual escribió sobre ese lugar.

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Las páginas funcionan como texto de montaña y como lectura, todo en un volumen, y pueden resultar interesantes a quienes se sientan atraídos por la 'nature writing', el género literario que han popularizado los escritores anglosajones. También son atractivas para quienes sólo deseen refrescar la biografía de uno de los pensadores españoles más importantes del siglo pasado.

Unamuno, catedrático en Salamanca, desterrado en Fuerteventura y más tarde exiliado en Francia, se recorrió España de arriba abajo y viajó por Europa, aspecto que la guía pone de manifiesto. Por sus páginas aparecen, por citar solo unos cuantos ejemplos, rutas del Marao (Portugal); Salbaguardia y Portillón de Benasque (Pirineos); Cañón del Duero (Salamanca); Garganta de Bohoyo (Gredos); Castro Valnera (entre las Merindades de Burgos y Cantabria), y Peña de Francia y Calvitero (Salamanca).

No faltan excursiones en Mallorca, al Teix, y en Islas Canarias: subida al Teide, en Tenerife, y recorrido Cruz de Tejeda-Artenara, en Gran Canaria, donde hay un mirador con una estatua de Unamuno que recuerda su paso por ese lugar en 1910. También se detallan salidas al Vesubio italiano y al Monte Pilatus en Suiza. En conjunto son 24 ascensiones sencillas y ocho caminatasque discurren por 16 parajes de interés ecológico (reservas de la Biosfera, parques nacionales, parques naturales y geoparques).

Serrano explica que Miguel de Unamuno hizo veinte de esas rutas. Sobre las restantes, o no llegó a hacerlas (Teide, Vesubio y Pilatus, este último lo subió en el tren cremallera), o no se puede asegurar que lo hiciera, aunque estuvo por la zona detallada en la guía. Algunas salidas son sencillas, casi paseos, y otras menos, pero todas despiertan curiosidad sobre la faceta andariega de Unamuno.

En una entrevista, Juan Serrano confesó que al principio el personaje no le llamaba la atención. Sin embargo, decidió publicar una guía de montaña en torno a él cuando descubrió que había sido un teórico del paisaje y había recorrido infinidad de lugares. La guía concluye con un poema de Unamuno titulado 'A mi hermana la montaña' que empieza así: «Refréscame la frente, aura del monte/Vengo cansado de lidiar sin tino/Y de ver que se pierde mi camino/Frisando al cielo allá en el horizonte».

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