Santander Music: crónica de una resurrección inesperada

Lo de anoche fue un sábado pasado por agua que, a pesar de remontar cuando La Maravillosa Orquesta del Alcohol —la M.O.D.A.— se subió al escenario, dejó un sabor de boca amargo entre muchos de los asistentes, que superaron en cuantía a la primera jornada del festival. Ante los imprevistos, entre el público hubo de todo: gente que vino con las botas de montaña y el chubasquero de casa —en el recinto no hubo ningún puesto habilitado para adquirir uno—; gente que, a caballo entre el humor y los pocos recursos, tiraron de bolsas de supermercado para intentar resguardarse de lo que fue un auténtico baño, y gente que, ante lo crudo de las primeras horas del sábado decidió marcharse del recinto.

Cuestiones climatológicas aparte, Queralt Lahoz salió a escena puntual, sobre las 20:30 horas, agradeciendo al público su fidelidad y derrochando garra, que para una jornada como la de este sábado, hizo falta. «¡Hola Santander! Gracias por venir, son ustedes unos maestros; en Barcelona somos unos mimados con el agua, veo que aquí se las gastan de otra manera». La catalana abrió la jornada teniendo apenas 45 minutos para actuar, tiempo que aprovechó muy bien para contarle al público de dónde viene, lo que significa para ella su origen, y para poner en valor la memoria histórica a través de la canción: «aunque me den 45 minutos de concierto no voy a dejar de hacer el discurso de una canción que es muy importante para mi, para saber quien soy y saber por qué ocupó este espacio». Y ahí interpretó 'María la Molinera'.

Las tres artistas que tocaban en el 'Escenario Playa' de la Magdalena no corrieron la misma suerte que el resto de bandas. El público se quedó sin poder disfrutar de tres propuestas que, en los tres casos, venían de fuera de la comunidad, lo que hizo que los horarios de actuación de los artistas que finalmente sí pudieron salir a tocar se vieran afectados y reajustados sobre el propio transcurso de la jornada. Además, a este mal sabor de boca se sumó otra polémica: la de la cancelación por cuestiones de género. A la idea de ser tres artistas femeninas las canceladas por inviabilidad de desarrollar sus conciertos en el escenario pequeño del festival, la organización argumentó en redes sociales que este pensamiento no tenía razón de ser «porque los escenarios se adjudican según los requisitos técnicos que pide cada artista».

Al igual que sucedió en la edición del año pasado, donde la lluvia también causó estragos en algún momento del transcurso del festival, parece que las segundas partes aquí sí son buenas; al menos, este año, en parte. Pasadas las 22:30 horas aproximadamente, la M.O.D.A. salió al escenario siendo consciente de las condiciones y el ánimo generalizado: «¡Muy buenas noches Santander!». Ahí, tres palabras y dos acordes después, el sonido les falló, lo que hizo que la banda tuviera que abandonar momentáneamente el escenario para, como el Ave Fénix, volver y dar el concierto que levantó el espíritu colectivo de una Campa que poco tenía de Campa y bastante de barrizal: «Ahora sí, ¡muy buenas noches, Santander! Estamos con toda la motivada para hacer el mejor concierto del año. Gracias peña».

Sumándose a esa idea que ya Queralt Lahoz dejó plantada de la raíz y el ser consciente del origen de uno como artista, los de Burgos —que hacen gala de su tierra allá donde van— sonaron bien contra todo pronóstico, cantaron a capella la introducción de 'Hay un fuego', momento en el que su vocalista, David Ruiz, bajó hasta las primeras filas para agarrar las manos de los allí presentes. Como se escuchaba en el recinto, la M.O.D.A. siempre son un 'sí'; son garantía. Y en momentos como los de anoche, hacían falta garantías.

Por otro lado, Viva Suecia empezó con aproximadamente media hora de retraso tras la cancelación de la artista anterior —Reyko—, algo que pasó prácticamente desapercibido ante un público que no podía creer que la lluvia hubiera cesado. «¡Santander! Estamos aquí, y siempre estamos encantados de venir a una ciudad en la que tenemos El Zeppelin y El Riojano. Sois la hostia». Los murcianos, que son viejos conocidos en los festivales cántabros —también estuvieron en el festival Sónica de Castro Urdiales el año pasado— llenaron la Campa, donde presentaron en su mayor parte las canciones de su último disco, 'El Amor de la Clase Que Sea' y, tal y como anunciaron en redes sociales, sorprendieron sobre el escenario con una colaboración con el cantante de la M.O.D.A. «Este año cumplimos 10 años de nuestro primer ensayo, y hoy tenemos amigos a los que hemos invitado a subirse al escenario». En ese momento, con más de media docena de músicos sobre el escenario del Santander Music, sonó 'El Bien'.

Pasadas las 02:00 horas, el reggae de Iseo & Dodosound y el pop folclórico de Ladilla Rusa, desde Iruña y Barcelona respectivamente, fueron los encargados de cerrar una segunda jornada difícil, en la que más de uno tuvo en mente la cancelación por completo del festival y que hoy, seguro, será tema de conversación para muchos. «Lo mejor que tenemos son las canciones, vamos a disfrutarlas», dijo la vocalista de la formación navarra tras hacer sonar a 'Los Chicos del Coro' en su intro. Quizá sean sus palabras el mejor y más tranquilo cierre a un festival del que muchos se preguntan en qué momento vital se encuentra y cara hacia dónde va. Disfrutemos de las canciones durante el camino hacia la respuesta.