Los ritmos tropicales del músico cántabro Jaguayano sonarán este sábado en la sala Sümmum
«Cada vez me pongo menos barreras y estoy más dispuesto a explorar cosas nuevas en mi carrera», señala el artista
Lo de este sábado en la sala Sümmum (22.00 horas) será muy emotivo para Jaguayano, ya que el músico cántabro vive actualmente en Madrid y lleva «un tiempo sin tocar en la tierruca», volverá a reencontrarse con la gente que le sigue desde sus inicios y aprovechará para presentar las canciones de 'Playa Diablo', su nuevo trabajo, el primero que ha grabado «de manera profesional».
-Este sábado trae su 'Playa Diablo' a Santander.
-He preparado un 'show' bastante especial, junto a varios músicos de nuestra región, ya que vendrán a verme mis amigos y mi familia. Actualmente, estoy inmerso en una gira que comenzó hace algunas semanas y que me llevará por sitios como Granada o Palencia. De momento, he pasado por Bilbao y por Tenerife, donde me sorprendió mucho que la sala estuviera llena y que una gran parte de la gente conociera mis canciones. Nunca antes había pisado Tenerife, pero me di cuenta de que mi música se me había adelantado y ya había llegado con anterioridad a la isla.
-En Santander, tocará junto al artista granadino Paco Moreno.
-Es alguien que hace cosas muy originales: nunca había escuchado en España nada como lo que hace él. Lo suyo es una especie de rumba que lo mismo tiene sonidos analógicos que partes experimentales. Además, es una persona autodidacta a la que admiro bastante, ya que lo mismo produce y graba sus propias canciones que monta sus giras.
-La música de Jaguayano también tiene muchas aristas diferentes, ¿no?
-Creo que mi primer álbum era capaz de transportarte a una playa, mientras que 'Playa Diablo' es más fácil que te transporte a una selva. Es un recopilatorio de diez canciones que son diferentes entre sí, pero que al mismo tiempo encajan como piezas de un puzle y hacen referencia a una etapa de mi vida que quería que la gente conociera. He profundizado en ambientes, sonidos y temáticas que aún no había tratado en mi carrera.
-¿Qué es 'Playa Diablo'? ¿Dónde se encuentra?
-'Playa Diablo' no deja de ser el nombre que le he dado a una isla imaginaria donde conviven todas mis experiencias, todo mi mundo interior. Es una colección de cosas que fui creando sin ningún propósito: no me sale eso de decir que quiero crear un disco que trate sobre el amor y componer sólo temas de amor, sino que simplemente voy escribiendo sobre las cosas que me ocurren en mi día a día y sobre mis vivencias pasadas. Muchas veces, ni siquiera escribo sobre cosas que son especiales, sino que transformo lo cotidiano en algo más mágico, lo romantizo.
-De todas sus nuevas canciones, ¿cuál es la que mejor le define ahora mismo?
-Le tengo mucho cariño a todos los temas del álbum, pero, actualmente, mis favoritos son 'Lápiz y papel' y 'Agua salada'. El primero es el que más se parece a lo que hacía al principio de mi carrera, mientras que en el segundo puede apreciarse a la perfección cómo está cambiando mi proyecto. 'Agua salada' es una canción muy repetitiva que parece como si formara parte de una especie de ritual. La verdad es que lo de la música empezó siendo algo inocente que empecé haciendo por diversión, pero cada vez tengo más claro que es a lo que me quiero dedicar a lo largo de mi vida.
-Hace dos años, en una entrevista en este medio, señalaba que se había mudado a Madrid con la idea de conocer a otras personas que pudieran aportarle cosas nuevas y le ayudaran a llevar su proyecto por todos los rincones posibles.
-El hecho de vivir fuera de Cantabria me ha hecho ver las cosas con otra perspectiva, me ha permitido conocer a músicos a los que posiblemente no hubiera conocido si no me hubiera mudado y me ha ayudado a descubrir mucha música que nunca antes había escuchado. Cada vez me pongo menos barreras y estoy más dispuesto a explorar cosas nuevas en mi carrera.
-Una de las señas de identidad de su proyecto, algo que puede apreciarse en todo lo que ha hecho, es que tiene una peculiar manera de cantar.
-Mi madre siempre me dice que no se me entiende cuando canto (ríe). Al principio, cantaba en inglés y no lo hacía de la misma manera que lo hago ahora, pero, cuando me pasé al castellano, me salió de una forma natural el cantar diferente. Al principio, mi proyecto no se podía entender sin un ukelele, un instrumento que era una de mis señas de identidad y que siempre ha estado a mi lado, pero ahora estoy en un momento de mi vida en el que lo mismo puedo hacer cosas también con una guitarra o con otros instrumentos.
-¿Qué le depara el futuro? ¿Qué metas se ha puesto Jaguayano en su carrera?
-Soy muy ambicioso y quiero hacer mil cosas, pero prefiero centrarme en el presente y no pensar en el futuro: creo que si voy poco a poco componiendo componiendo cosas nuevas y no paro de trabajar, todo va a ir fluyendo tan bien como hasta ahora y mi proyecto no va a dejar de crecer.
