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Javier Cotera
La Cámara de Comercio estudia dos ofertas firmes para vender su sede y evitar el cierre

La Cámara de Comercio estudia dos ofertas firmes para vender su sede y evitar el cierre

Una de las propuestas colma las expectativas de la entidad, que buscaba obtener cerca de cuatro millones cuando puso el inmueble en el mercado

Jesús Lastra

Santander

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Viernes, 1 de diciembre 2017, 07:07

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La Cámara de Comercio de Cantabria tiene ante sí una vía para escapar del colapso económico que atenaza a la institución desde hace más de un año. El plan puesto en marcha en otoño de 2016 para alumbrar una solución a través de la venta de la histórica sede que la entidad posee en la Plaza Porticada de Santander -2.550 metros cuadrados en seis plantas actualmente infrautilizadas y por las que esperaba lograr una cantidad próxima a los cuatro millones- ha rendido fruto en forma de dos ofertas firmes sobre la mesa, una de las cuales en concreto colma las expectativas de la parte vendedora, entre tres y cinco millones, y coadyuvaría a garantizar la continuidad de la actividad cameral.

El Comité Ejecutivo de la Cámara se reunió ayer para informar de las últimas novedades, que hicieron cambiar incluso los planes de los dirigentes que, presididos por Modesto Piñeiro, habían contemplado semanas atrás presentar su dimisión si no se lograban avances claros que acercaran la supervivencia de la institución. Más allá del hermetismo propio de las negociaciones, pues los interesados han demandado confidencialidad respecto al contenido de la operación, según las fuentes consultadas por este periódico la primera proposición llegó hace aproximadamente diez días, mientras que la segunda lo ha hecho esta misma semana, lo que obligó al citado cónclave del Comité, que actualmente se convoca por urgencia según el devenir del proceso.

Respecto a los plazos que se manejan para cerrar o romper la operación, estos no excederían nunca de dos meses, aunque las mismas fuentes precisan que el acuerdo podría cristalizar mucho antes, en cuestión de semanas.

Otro de los puntos importantes gira en torno a dónde desarrollaría su actividad la Cámara si de deshace de su sede. En este caso, no sería condición 'sine qua non' mantenerse de alquiler en el céntrico inmueble santanderino, sino que se buscaría otra localización.

Las claves

  • Plazos La primera de las ofertas se recibió hace aproximadamente diez días y la segunda esta misma semana. El plazo máximo para cerrar la operación es de dos meses pero podría haber un acuerdo mucho antes.

  • Nueva Localización En caso de que la venta llegase a buen puerto, no sería condición innegociable que la Cámara se quedara en alguno de los espacios del inmueble de La Porticada, sino que podría buscar una nueva localización.

  • Asuntos pendientes Más allá de la solución inmobiliaria, la entidad tiene varios asuntos pendientes, como que el Gobierno cántabro apruebe la ley regional de cámaras o la celebración de elecciones antes de octubre de 2018.

En todo caso, aún restan por dirimir varios asuntos para esclarecer el futuro de la entidad. El primero, que el Gobierno de Cantabria, que a través de la Dirección General de Comercio de la Consejería de Industria es el encargado de tutelar a las Cámaras de Cantabria y Torrelavega, apruebe la ley regional de cámaras, asunto que tiene pendiente desde 2015. En paralelo, el Ministerio de Economía puso el 31 de julio en marcha el proceso electoral en las cámaras de comercio, que habrá de concluir necesariamente antes del 30 de septiembre de 2018. Cuando se disponga de la anhelada legislación autonómica, llegará el momento de poner negro sobre blanco las necesidades de la organización y, en consecuencia, establecer sus costes y potenciales ingresos.

Impagos y falta de ingresos

La entidad nunca ha ocultado que la Ley de Cámaras de 2014, que tantas expectativas creó y que estaba llamada a ser el instrumento para la consolidación y relanzamiento, se quedó a medio camino al seguirlas considerando corporaciones de derecho público colaboradoras de la Administración pero hurtándoles la financiación -el recurso cameral que se cobraba a las empresas (una cuota anual de entre 0 y 100 euros al año para un 82% de las compañías de la región)- que hacía posible su funcionamiento y del que se nutrían hasta el año 2010.

A partir de ahí, el declive. Lejos queda ya la época en que 46 personas trabajaban en la Plaza Porticada. Ahora, el poco personal que se mantiene en plantilla acumula meses y meses sin cobrar, hasta el punto de que varios de los afectados han acudido a los tribunales. De las seis plantas del edificio, de entre 223 y 461 metros cuadrados cada una, se utilizaban tres más el salón de actos de modo ocasional cuando se decidió buscar comprador.

Su homóloga de Torrelavega, también en problemas

Los problemas financieros no son exclusivos de la Cámara de Comercio de Cantabria, sino que la epidemia se extiende a toda España tras los cambios legislativos de 2014. Sin ir más lejos, la Cámara de Torrelavega también se encuentra en dificultades. toda vez que tuvo que ejecutar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) sobre su plantilla, situación que mantiene.

La organización resiste de momento gracias a los ahorros conseguidos tiempo atrás, aunque resta por comprobar hasta cuándo podrá aguantar en esta situación. Como en su homóloga con sede en Santander, la ley regional de cámaras es indispensable para que la entidad pueda desarrollarse.

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