Cantabria aborda el reto de valorizar 1,8 millones anuales de toneladas de C02
Santander acoge una jornada con industrias y expertos para poner sobre la mesa las propuestas tecnológicas para capturar emisiones
El planteamiento que RIC Energy ha presentado a las administraciones cántabras para construir una fábrica de hidrógeno y combustible sostenible de aviación en los antiguos ... terrenos de Sniace contempla la captura de 230.000 toneladas anuales de C02 de una planta de biomasa cercana para el funcionamiento de la instalación y la obtención del producto. En paralelo, Cantabria acumula 1,8 millones de toneladas de emisiones verificadas por ejercicio, lo que supone el 2,1% del total del país, según el último estudio de la Fundación Empresa y Clima en 2023, un porcentaje que prácticamente dobla el peso de la región en el Producto Interior Bruto (PIB) nacional y que entronca con la tipología de empresas industriales asentadas en su territorio.
RIC quiere capturar 230.000 toneladas anuales para hacer combustible para aviones en Sniace
A mitad de camino, los objetivos de la Unión Europea, que fijan una reducción mínima del 55% de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y la neutralidad climática en 2050.
Necesidades, obligaciones... Todo un puzle al que ayer se empezó a dar sentido en Santander a través de la jornada CCU Connect, que congregó en la capital a más de un centenar de líderes industriales y tecnológicos especializados en capturar CO2 y convertirlo en productos de alto valor añadido. Desde combustibles sostenibles para el transporte marítimo o aéreo hasta materiales de construcción con menor huella de carbono o químicos que sustituyan a derivados del petróleo.
Organizada por el Centro Tecnológico CTC y financiada por Sodercán, la jornada puso de manifiesto el potencial que tiene Cantabria para posicionarse como territorio de referencia en el despliegue de proyectos reales de captura y valorización de CO2 (CCU por sus siglas en inglés) que aceleren la descarbonización del tejido productivo.
55 por ciento
de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero fija la UE para 2030.
Innovación y necesidad
«Aunque España aún carece de una estrategia nacional específica y de un marco regulatorio claro, quien mueva ficha antes y demuestre capacidad con casos reales, tendrá ventaja sobre el resto», defendió Beatriz Sancristóbal, directora general de CTC, que añadió que «transformar el CO2 en una oportunidad de negocio es un reto compartido y una ocasión única para reindustrializar Cantabria desde la innovación», defendió.
Los distintos bloques temáticos trataron aspectos como la visión estratégica del sector, el marco regulatorio, las tecnologías de captura, las vías de valorización del CO2 y los casos industriales de éxito, además de analizar el papel de la infraestructura y del hidrógeno verde en el despliegue de estas soluciones.
Para Álvaro Rodríguez, director de Innovación de CTC, «la principal ventaja que tiene Cantabria es que cuenta con todos los mimbres para poder convertirse en un referente en este sector. Por un lado, tenemos centros de investigación como la Universidad Cantabria o el Centro Tecnológico CTC en los que estamos desarrollando tecnología punta para optimizar todos los procesos de captura y valorización de CO2. Y, además, tenemos emisores que tienen que reducir las emisiones como pueden ser Cementos Alfa u otro tipo de plantas como Textil Sandanderina», comenzó.
Rodríguez habló de corrientes que convergen. «Hay unas empresas que es necesario que reduzcan sus emisiones y lo que podemos hacer es unir la parte de tecnología con la parte de las compañías que necesitan reducir esas emisiones con las ingenierías».
El propio centro trabaja en este asunto a instancias de la industria, que veía cómo el problema del CO2 escalaba posiciones en sus preocupaciones dentro de la normativa europea. Quien primero se posicione, tendrá la ventaja de aprovecharse de estas emisiones.
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