Cantabria vigila el impacto indirecto del órdago de Trump
EE UU es un destino menor para la venta exterior regional, pero sí vital para varios de sus principales países y sectores cliente
El anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 30% a las importaciones provenientes de la Unión Europea no castigará ... enormemente las exportaciones de Cantabria. Al menos de forma directa, toda vez que las ventas a dicho destino totalizaron en 2024 'sólo' 96,5 millones de euros. Todo ello en un contexto de acelerón de los envíos después de la victoria electoral del propio Trump, con su amenaza de restricciones comerciales bajo el brazo. Sobre un volumen global de 3.448 millones en negocio exterior de la comunidad el pasado ejercicio, el país estadounidense representó el 2,7% del total.
Otra cuestión, claro está, es el efecto indirecto en caso de concretarse las nuevas relaciones comerciales entre las dos superpotencias a ambos lados del Atlántico. Con el 1 de agosto como fecha fijada para el inicio de los aranceles, y por tanto aún con tiempo para negociar, esta barrera a la entrada de productos comunitarios sí castigaría notablemente a multitud de empresas cántabras que forman parte de la cadena de valor de otros sectores como la automoción.
2,7% La cifra
de las exportaciones cántabras tuvieron como destino EE UU en 2024.
A mayor coste, menor competitividad. Por tanto, si se incrementan los obstáculos para las ventas en Estados Unidos, países como Francia o Alemania sí sufrirán consecuencias. Cantabria exporta en amplio volumen a otros socios de la UE, por lo que el perjuicio principal llegaría a través de dicha vía.
El volumen de ventas de Cantabria a Estados Unidos ha descendido durante la última década, pasando de 112,2 millones de euros en 2015 a 96,6 en 2024, con 2023 como año de mínimos de la serie, cuando sólo se llegó a los 64,9 millones. El año pasado 276 compañías de la comunidad realizaron algún envío o cerraron contratos con el gigante americano.
Instalarse allí
Evidentemente, luego está la otra fórmula, aquella que está alentando Trump con sus políticas: instalar en suelo estadounidense factorías o fabricar allí sus productos. Algunas empresas de Cantabria llevan años asentadas al otro lado del Atlántico.
Desde Hergom a Ecrimesa pasando por el Grupo Armando Álvarez, muchas de ellas han encontrado allí un lugar favorable para el desarrollo de su actividad o una puerta más directa para alcanzar con mayor facilidad nuevos mercados y clientes.
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