Los cántabros deben trabajar 230 días para cumplir con Hacienda, 20 más que en 2024
El informe que cada año elabora Civismo sobre el Día de la Liberación Fiscal arroja un notable incremento de la presión tributaria en España
Los cántabros deben trabajar 230 días en 2025 para cumplir con sus obligaciones con la Agencia Tributaria. A partir de ahí, los rendimientos que ... generen quedan a su libre disposición. Esa es la conclusión que arroja un nuevo informe del Día de la Liberación Fiscal elaborado por la Fundación Civismo, que arroja una evidente subida de la presión tributaria en todo el país.
Como referencia, en Cantabria dicha fecha llega 20 jornadas más tarde que en 2024. Si el año pasado el ansiado día estaba marcado el 30 de julio, en el ejercicio actual hay que retrasarlo hasta el 19 de agosto. Dicho de otra manera, los ciudadanos de la región, según el diagnóstico de Civismo, soportan una mayor carga tributaria que les deja menos liquidez disponible.
EN SU CONTEXTO
-
19 de agosto es en 2025 el Día de la Liberación Fiscal en Cantabria, un día más que la media.
Todo ello a pesar de la reforma fiscal llevada a cabo por el Gobierno autonómico pilotado por la popular María José Sáenz de Buruaga. Con todo, Cantabria queda por detrás de la media, toda vez que el Día de la Liberación Fiscal está fijado por Civismo este año en el 18 de agosto, frente al 30 de julio de 2024. En la Comunidad hay que trabajar todavía una jornada más para cumplimentar todas las obligaciones generadas con el fisco.
Según el informe, Cantabria cuenta con un IRPF medio del 17,09%, el séptimo más elevado del país y, por tanto, en la zona media-alta de España. Para un salario bruto de 31.698 euros, el estudio establece que de IRPF autonómico se detraen 5.417 euros, más otros 2.013 de cotizaciones sociales. El salario medio neto, con estos cálculos, quedaría en 24.269 euros.
Según el estudio, Cantabria tiene de media el séptimo tipo de IRPF más elevado de España
A nivel general, el diagnóstico extrae diferentes conclusiones. Entre ellas, que la carga fiscal soportada por el contribuyente no se limita al calendario, sino que también se expresa en términos de presión efectiva sobre su renta disponible. «En 2025, se estima que el ciudadano medio pierde más de la mitad de sus ingresos (un 54,5%) en impuestos. Esta cifra representa un aumento acumulado de más de cinco puntos porcentuales desde el año 2019, reflejando un modelo impositivo que grava con especial intensidad las rentas del trabajo y el consumo, en detrimento de otros tipos de ingresos».
El incremento de la inflación igualmente ha supuesto una subida indirecta. A juicio de la Fundación, «la ausencia de deflactación de los tramos del IRPF ha provocado un incremento silencioso de la carga tributaria. A pesar de no haberse introducido reformas en el impuesto sobre la renta, la recaudación ha crecido notablemente, debido a que la inflación y el aumento nominal de los salarios han empujado a millones de contribuyentes a tramos impositivos superiores, sin una mejora real de su poder adquisitivo».
Como contexto, entre 2020 y 2024 la recaudación por IRPF ha pasado de 86.221 a 129.408 millones de euros, lo que representa un aumento de más del 50% en solo cuatro ejercicios fiscales. «Este crecimiento no responde a una reforma estructural ni a una mejora sustancial de la economía de los hogares, sino a un fenómeno de inercia recaudatoria alimentado por la inflación acumulada y la falta de adecuación del impuesto al contexto económico real. Este uso del IRPF como herramienta de recaudación silenciosa pone en tela de juicio los principios de neutralidad, equidad y previsibilidad que deberían regir el diseño tributario», afea Civismo.
Otros gravámenes
Como complemento, el informe recoge que «más allá del IRPF y el IVA, el ciudadano medio dedica otros 4.850 euros al año a impuestos como el IBI, el impuesto de circulación, transmisiones patrimoniales, sucesiones y diversas tasas municipales. Estos tributos suponen más de 80 días laborales adicionales y, aunque menos visibles en el debate público, son omnipresentes en la vida cotidiana del contribuyente, sumando carga fiscal sin la correspondiente visibilidad o justificación política».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión