Cristóbal Montoro: «Soy optimista respecto al futuro de Cantabria»
El exministro de Hacienda acude el miércoles a Santander para analizar la coyuntura y futuro nacional en el Foro de El Diario
Pocos conocen mejor que él las finanzas españolas. No en vano ha llevado bajo el brazo la cartera de ministro de Hacienda durante once años. ... Primero, de 2000 a 2004 bajo el Gobierno de José María Aznar. Después, entre 2011 y 2018, con Mariano Rajoy en La Moncloa, etapa en la que sumó la gestión de Función Pública. Cristóbal Montoro (Jaén, 1950) acude el miércoles al Hotel Bahía de Santander para analizar la coyuntura económica y los retos futuros en el Foro de El Diario. Su discurso, de entrada, más optimista que la tendencia general. Montoro guarda relación con Cantabria, donde ocupó una plaza de catedrático en su Universidad en los años 80.
–¿Cómo ve Cantabria y su economía?
–Creo que la Comunidad ha sufrido diversas etapas desde la reconversión industrial de los 80. En todo caso, Cantabria es una tierra de emprendedores y con buenas oportunidades. Su gran peculiaridad es el patrimonio artístico, cultural y natural que ostenta. Un potencial que en mi opinión apenas ha empezado a utilizar. Tener esa riqueza en un mundo como el actual, cada vez más global, es un activo a potenciar para que tenga efecto en diversos sectores de actividad, tales como el agrario o el servicios, sin descuidar un sector industrial que sigue transformándose.
–¿Qué recuerda de la Comunidad cuando obtuvo su plaza en la Universidad de Cantabria?
–Yo obtuve la plaza de catedrático en 1988. Estábamos viviendo unas reconversiones industriales muy dolorosas desde el punto de vista de empresas y pérdidas de puestos de trabajo. Ahora, más de tres décadas después, soy optimista respecto a las economías española y cántabra. No puedo entender una economía nacional por partes, sino como un todo. Eso es una lección que debemos aprender. A uno le va mejor cuando a todos le va mejor, y no al revés. Tanto fraccioniamiento y parcelación no son buenos. Somos un gran mercado interior. Cuando las cosas mejoran, lo hacen para todos. Cada uno, dentro de ese mercado, va encontrando su especialización. Cantabria tiene un tejido bastante diversificado, por lo que soy bastante optimista, aunque lo importante es mantener esta recuperación económica y no abrir dudas sobre ella.
«Es claramente un avance y va a proteger al consumidor en un mercado fundamental»
Nueva Ley Hipotecaria
-En su conferencia del miércoles va a hablar de la recuperación económica española, puntos fuertes y débiles. ¿Cuáles son esas fortalezas y debilidades?
-Como fortalezas, estamos registrando el crecimiento económico más equilibrado de nuestra historia en el sentido de que crecemos creando mucho empleo y sin desequilibrios como pudiera ser la inflación. Además de la fortaleza del sector exterior, con balance positivo prácticamente desde 2013. Significa que somos muy competitivos. En el campo de las debilidades, la primera es el debate político de España, pues parece que éste se centra en cuestionar las reformas estructurales que propiciaron estos crecimientos; a lo que se añade el contexto europeo, con su debilidad; y el internacional, marcado por el proteccionismo de los intereses nacionales, que deriva en el levantamiento de barreras o aranceles.
-¿Qué debe hacer España para solventar estas debilidades?
-Seguir haciendo lo que ya hemos realizado. Continuar reduciendo el déficit público porque a su vez nos permite rebajar la deuda pública. Además, habría que recortar el grado de dependencia de financiación exterior de nuestra economía, que es en definitiva la gran vulnerabilidad que sigue teniendo España como economía. Esta deuda no está radicada ni en las familias ni en las empresas, que han hecho un esfuerzo muy alto de desapalancamiento financiero. En esa senda hay que avanzar, que por cierto no es objeto del debate político actual. Hay otra clase de preocupaciones cuando la primera tendría que ser fortalecer el crecimiento económico. También es importante no retroceder en las reformas estructurales: la laboral o la del sistema de pensiones.
-Precisamente el Banco de España admitió la semana pasada en Santander que la inestabilidad política había frenado las reformas estructurales para contener el déficit. ¿Es de la misma opinión?
-El déficit hay que corregirlo con las guías que ya están trazadas, esto es, dedicar los recursos del sector público derivados del crecimiento económico a este fin y no a incrementar el gasto, más allá de partidas como las pensiones, que se acepta generalmente el incremento vegetativo y el mantenimiento del poder adquisitivo. Eso nos lleva a la obligación de contener el resto del gasto público. Esto no exige esfuerzos especiales pero sí es incompatible con subir impuestos que perjudiquen la recuperación y ese desarrollo económico. Además, no es necesario hacerlo puesto que el ciclo actual está permitiendo una subida en la recaudación.
«No comparto la visión cuasi tremendista; es un gasto y lo que hay que hacer es financiarlo»
Pensiones
-¿Vamos camino a una nueva crisis o seguiremos con crecimientos moderados?
-No creo que vayamos necesariamente rumbo hacia una nueva crisis, no lo veo así. Dependerá de lo que se haga y las políticas que se apliquen. Tenemos que aprender de nuestras crisis pasadas. Todas han sido de balanza de pagos. Ahora no tenemos indicios que nos hagan pensar en una situación similar. Por eso es tan importante que conservemos los elementos que protegen nuestro crecimiento, que además contrasta con la coyuntura de otros países, que no han actuado en función de lo que necesita su economía.
-¿Qué medida hubiera tomado como ministro si echa ahora la vista atrás?
-Hubiéramos hecho el Presupuesto que está vigente. Las cuentas de 2019 que están permitiendo los avances sociales, en pensiones y función pública son las del Partido Popular prorrogadas. ¿Qué habría hecho un Gobierno del PP si hubiera continuado? Pues el Presupuesto está ahí, el que se está ejecutando. Por cierto, haciéndolo compatible con la mejora económica.
-¿Cree como el Banco de España que la subida del Salario Mínimo Interprofesional perjudicará la creación de empleo?
-Hay que respetar las estimaciones cuando advierten sobre medidas de políticas económica, sobre todo cuando son advertencias no a corto plazo, sino que alertan de las consecuencias en ejercicios posteriores y en fases distintas de evolución económica. Bienvenidas sean las aportaciones al debate político. Pero insisto, no hay que llevarlo al corto plazo.
-¿Hay que incidir en las reformas fiscales?
-Sí, sí. Los impuestos modernos hay que actualizarlos de manera casi permanente. Vivimos en un mundo exigente, en constante revolución tecnológica y donde la competencia es global. La naturaleza del trabajo, del empleo, de la actividad que desarrollan las compañías... Todo exige unas revisiones de los sistemas tributarios, que no pueden verse como elementos estáticos. En el ámbito europeo hay que seguir construyendo bases imponibles conjuntas. Todo eso requiere unos cambios.
«Hay que seguir recortando el déficit público y la financiación exterior»
RETOS FUTUROS
-¿Las pensiones van a ser sostenibles en el futuro?
-No comparto la visión cuasi tremendista que está aflorando. Las pensiones son un gasto, el mayor en cuanto a volumen en el Estado del Bienestar. Lo que hay que hacer es financiar ese gasto adecuadamente, con impuestos que perjudiquen lo menos posible a la actividad económica. Si ese gasto crece, por el incremento de población en edad de percibir pensión, lo que hay que hacer es que el resto de gastos aumente menos, adaptando la partida total de las administraciones públicas al incremento económico. No compartía ya esta visión catastrofista respecto a las pensiones en los 90. Después se creó el Fondo de Reserva, se han podido pagar... El déficit del sistema público de pensiones, que es una realidad, es menos grave que el general de las administraciones públicas.
-Al hilo de su argumento, ¿hay que abordar de una vez por todas la reforma de las administraciones públicas?
-No es cuestión de rebajar su tamaño, sino de adaptarlo. España es un país políticamente muy descentralizado. Insisto, hay que acompasar el incremento de gasto al ritmo de la economía. No hacerlo al revés.
-¿Cree que será necesario revisar la edad efectiva de jubilación para evitar prejubilaciones masivas como las que se están produciendo hoy en día?
-Entiendo que el sistema de pensiones ya cuenta con una serie de previsiones y reformas que no han entrado en vigor porque son progresivas y paulatinas, por lo que hay que dejar que hagan su efecto. Si no, estamos comparando situaciones personales. Por ejemplo, no se puede llamar prejubilación a una persona que haya cotizado 45 años y que empezara a trabajar antes que otra que, sin embargo, optó por pasar más tiempo formándose. No se puede llamar prejubilación a cualquier caso de finalización de la vida laboral antes de los 65 años. Más que generalizar, lo que hay que definir bien es las categorías profesionales y años de cotización, aunque eso ya está bastante avanzado y no se puede estar todo el día corrigiendo. Las últimas consecuencias de la reforma del sistema de pensiones todavía no se han dejado notar. Ni mucho menos.
«Hubiéramos hecho el Presupuesto que está vigente y que permite avances sociales»
Medidas si fuera ministro
-¿Qué le parece la política económica llevada a cabo por el Gobierno de Pedro Sánchez en los últimos meses?
-Lo que ha hecho el Gobierno han sido políticas generales, en el sentido de que era un Ejecutivo provisional y, por tanto, abocado a elecciones generales. Lo que hemos vivido en España ha sido una acción de gobierno pensando en que se podía acabar. Otro tema es el de los Gobiernos en minoría. Si el presidente del Gobierno gestiona en minoría, con apoyos de diputados de la oposición, sabe que en cualquier momento eso puede cambiar. Es muy difícil llevar a cabo una acción de gobierno con esas minorías. Es lo que estamos viviendo con las fracturas actuales.
-Precisamente, ¿qué le parece la fragmentación parlamentaria de hoy en día?
-Esto más que una previsión es un deseo. Espero que vivamos una etapa en que volvamos a sistemas bipartidistas que acaben con estas fracturas, que fueron muy celebradas en 2015 por mucha prensa, pero que producen situaciones de inestabilidad. Es muy difícil hacer frente a los problemas reales con gobiernos débiles, que luego están muy condicionados. Algunos dicen que es mejor negociar para alcanzar consensos pero, cuidado, que hay veces que los consensos no se consiguen sobre políticas que realmente convengan a todos. Por eso mi deseo era volver a políticas bipartidistas, porque lo otro genera mucha inestabilidad. Ante esto se alega que es lo que domina en Europa. Ya, ya, pero no hay que quedarse con lo malo que hay en Europa (Se ríe). Se puede imitar lo más sensato, lo que les ha conducido a los primeros niveles de desarrollo y bienestar.
-¿Ha respirado la economía española con los últimos anuncios del Banco Central Europeo prolongando las políticas de estímulo?
-España ha sido la gran beneficiada por estas políticas impulsadas por Mario Draghi. Su efecto ha sido muy positivo. Pero porque hemos hecho los deberes en casa. La política monetaria del Banco Central ha sido para toda la zona euro, y no todos los países han crecido y creado empleo. España ha llevado a cabo una tarea ingente. Desde el desapalancamiento del sector privado, que ha sido espectacular, siguiendo por la reducción del déficit público, las reformas laborales, de las administraciones, energéticas... No todos han hecho los deberes. Llevamos años de esta política del Banco Central denominada 'laxa', pero ha sido muy eficaz en el caso de los países que la hemos aprovechado. Que por cierto, no es muy diferente a otras políticas que se están llevando a cabo en otras zonas del primer mundo.
«Es muy difícil hacer frente a los problemas reales con gobiernos débiles
Congreso fragmentado
-¿Qué le parece la nueva Ley Hipotecaria?
-Es resultado de unos acuerdos políticos que yo tuve la ocasión de dirigir como presidente de la Comisión de Economía en el Congreso. Fue lo último que hice y me parece positivo al ser fruto de unos consensos, pues estamos hablando de un Parlamento muy fragmentado. La entiendo como un gran avance en relación a lo anterior, por no hablar de que se trata de una transposición de directiva europea, por lo que estábamos obligados a implementarla. Eso no quiere decir que no haya dudas en el sentido de su aplicación. Se está abriendo un debate social, además de haber cuestiones que resolver sobre el desarrollo reglamentario de la Ley. En síntesis, es claramente un avance y va a proteger al consumidor en un mercado que es fundamental al promover y ayudar al acceso a un bien primario como es la vivienda y, en paralelo, clarificadora en relación a los intermediarios financieros que participan en las operaciones.
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