Trabajo eventual, realidad estructural
De acuerdo. El paro baja en Cantabria (seis meses consecutivos de descensos sí que ya es una tendencia y no un dato puntual) y al ... tiempo, la afiliación a la Seguridad Social sube. Pero, a veces, 'los árboles no dejan ver el bosque', y eso se basa en buena medida tanto en personas con contratos fijos discontinuos (de periodos largos de inactividad y no siendo contabilizadas como paradas) como en tasas de indefinidos inferiores a la media nacional. Dicho en otras palabras, como casi nuestro título del artículo: contrato eventual, situación estructural.
Como decían en la película 'Oppenheimer', «la teoría llega hasta cierto punto» pero para interpretar estos datos empíricos tenemos tres líneas argumentales. La primera teoría es la de la señalización y sugiere que contratos indefinidos son señales de alta calidad del trabajador, aunque la abundancia de 'temporales' las diluye. Traducido: formemos mejor a nuestro capital humano. La segunda teoría es la de los costos de transacción y advierte de que los indefinidos y estables suponen más rigidices laborales por lo que podría atisbarse que se evitan dichos costes a costa de precarizar. La tercera es la de los 'insiders‑outsiders' y creo que en el caso de los desempleados senior (mayores de 55 años según Eurostat y OCDE) y los jóvenes nos debería preocupar. El motivo es que establece que los 'insiders' (indefinidos) tienen mayor seguridad, formación y salario frente a los 'outsiders' (temporales, discontinuos), lo que refuerza aún más las desigualdades del mercado laboral y hace que la economía montañesa pierda productividad y horizonte.
Vistas las cifras, el sector hostelero, con cerca del diez por ciento del empleo regional, pujante este verano, refuerza una tendencia estacional: muchos contratos y rotación. Por otro lado, lo que sucede en los contratos del sector público y la recidiva en la mejora del empleo en la industria fragmenta en ocasiones el análisis de las cifras laborales. A eso sumémosle el repunte de afiliación extranjera (siendo la mayoría de países extracomunitarios) y el reverso menos visible de la cronificación de la dualidad laboral, además de un problema aún irresoluble pero fundamental como es la persistencia de una injusta brecha de género.
En otras palabras, como el personaje de Kurtz en una lectura veraniega que les recomiendo y es el 'El corazón de las tinieblas' de Joseph Conrad: la calma aparente precede a la irrupción de la realidad en otoño. El tiempo no perdona.
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