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Trabajadores de Wolder en uno de los departamentos técnicos de la empresa.
Wolder cerrará la división de electrónica del grupo y despedirá a 55 de sus 150 empleados

Wolder cerrará la división de electrónica del grupo y despedirá a 55 de sus 150 empleados

Los despidos se producirán en la sede central de Barros y en las delegaciones de Madrid y China, mientras que el resto de áreas, dedicadas a remolques y bricolaje, mantienen su actividad

Miguel Ángel Pérez Jorrín

Miércoles, 31 de mayo 2017, 07:14

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Ricardo Garrudo, el propietario de Wolder, puso este martes las cartas sobre la mesa tras quince días de incertidumbre y anunció, por medio de una comunicación oficial, que el expediente de regulación de empleo en marcha supondrá el despido de 55 trabajadores del Grupo Wolder, algo más de un tercio de la actual plantilla, integrada por 150 empleados, que tienen sus puestos de trabajo en la sede central del Polígono de Barros, en Los Corrales de Buelna y en las delegaciones de Madrid y China.

La reestructuración del grupo supondrá la clausura de la división de productos de electrónica Global Wolder Group que se dedicaba a la importación y venta de tablets, teléfonos y otro tipo de dispositivos electrónicos como e-readers o cámaras. Esa división aporta casi el 50% de la facturación del grupo, que fue de unos 40 millones de euros en el pasado ejercicio, y es la que más desarrollo ha tenido en los últimos años y el motor del crecimiento de la sociedad en los nuevos mercados.

La compañía aseguró este martes que el resto de las empresas del grupo (General Wolder S.A y Wolder Brico S.L.) dedicadas a la venta de remolques y accesorios para automóviles y la de elementos de jardinería y bricolaje mantendrán sus plantillas y actividad. Y también lo hará la división de monopatines long-board, la marca Miller, con una amplia distribución internacional.

La compañía sostiene que está "al corriente de sus obligaciones con Hacienda y la Seguridad Social y también con los empleados", y asegura que "asumirá las indemnizaciones pertinentes en los términos que marca el Estatuto de los Trabajadores".

El expediente tiene que ser negociado con una representación de los trabajadores (Wolder no tiene comité de empresa pese a la entidad de su plantilla) y será al final del periodo de negociación cuando quede fijado definitivamente el número de empleados afectados y la indemnización que recibirán los que finalmente resulten despedidos, que como mínimo será de 20 días por año trabajado con un límite en 12 mensualidades.

Wolder se enfrentaba desde hace meses a graves problemas de tesorería y de capital. Su actividad se ha visto lastrada por el fracaso de las últimas campaña de septiembre y Navidad de 2016 cuando por falta de dinero no pudo hacer frente a los pagos a sus proveedores chinos, se retrasó la entrega de tablets y teléfonos y se perdieron contratos con grandes superficies y operadores telefónicos. La compañía tiene una deficiente estructura de capital, con la mayoría de sus créditos y obligaciones a corto o muy corto plazo.

"En esencia, cobra por los aparatos vendidos y paga los créditos con los que los compró. Si se hubieran atendido propuestas realizadas para recapitalizar la compañía y refinanciar la deuda se podría haber paliado el problema", aseguró a El Diario una fuente del sector.

Aunque en un principio la intención de Wolder fue la de mantener la división de electrónica, ahora se ha optado por un cierre total. Queda por saber que será de su departamento técnico y de reparaciones que da servicio a los clientes.

Del liderazgo a la clausura

Se acaba así, de momento, una historia de un pequeño jugador en la arena de las grandes multinacionales de la electrónica de consumo. Wolder diseñaba en Barros sus aparatos y los fabricaba íntegramente en China de la mano de proveedores locales. Durante tres años fue la compañía española líder nacional en venta de tablets, según datos de la consultora GFK. Estaba por encima de firmas españolas como BQ y Airis y de multinacionales como como Huawei, Alcatel y Asus.

En cómputo global era la cuarta, solamente por detrás de multinacionales como Samsung y Apple. En 2005 alcanzó su techo de ventas, con 400.000 tablets, el mejor año de la compañía en este segmento que desde entonces ha disminuido su progresión, atacado por la moda de los smartphones cada vez con mayor pantalla, los denominados phablets, con pantallas de hasta 7 pulgadas.

Wolder había experimentado también un crecimiento positivo en la venta de smartphones de la mano de sus nuevos modelos de gama media-alta Wiam. Tenía también previsto una expansión internacional, especialmente en Sudamérica. Ya estaban en Perú y Costa Rica, y estaban en negociaciones para llegar a países como México, Panamá o Brasil.

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