Fallece Adolfo Añíbarro, histórico presidente de Agua de Solares
El empresario jugó un papel fundamental en la reprivatización de la empresa a final de los 80 y logró revitalizar la compañía después de una crisis reputacional que acabó con el negocio en manos públicas tras una grave caída de ventas
El pasado fin de semana falleció Adolfo Añíbarro Cantera, el que fuera histórico presidente de Agua de Solares. El empresario jugó un papel fundamental en ... la reprivatización de la compañía a finales de la década de los 80, después de que una profunda crisis reputacional en los 70 acabara con la organización en manos públicas tras una notable reducción de sus ventas. Bajo su gestión, la compañía recobró el pulso durante lustros, hasta la cesión de la gestión de los diferentes negocios, primero con el balneario al Grupo Castilla Termal y, recientemente, con la venta por parte de la familia Añíbarro de Manantial de Fuencaliente SA, la planta embotelladora, al Grupo Fuertes, dueño de El Pozo.
Agua de Solares, que tenía una posición prominente en el mercado nacional durante el pasado siglo, vio frenada en seco su trayectoria en la década de los 70. La aparición en 1973 en sus productos de la bacteria pseudomona aeruginosa ocasionó un grave perjuicio a la organización, que no puso los medios necesarios para solventarlo, de modo que la crisis se repitió en 1977, una réplica que acabó por arruinar a la empresa.
En aquellos tiempos las tribulaciones de Agua de Solares igualmente fueron el germen del movimiento autonomista en Cantabria. Como símbolo identitario, los defensores de dicha corriente veían en la caída en desgracia de la empresa una estrategia de la competencia gallega y catalana, dando lugar incluso a manifestaciones por las calles de Madrid. En ese movimiento cogieron fuerza organizaciones como el Partido Regionalista de Cantabria liderado por Miguel Ángel Revilla.
En 1983 el Gobierno de Alianza Popular y el PDP que presidía entonces Ángel Díaz de Entresotos dio el paso para quedarse con la empresa. Fue una época de escaso éxito, con unas ventas de apenas un 10% respecto a máximos de décadas previas. De hecho, las dificultades del negocio llevaron al Ejecutivo a ver adecuada su reprivatización, un proceso no exento de problemas, con algunas espantadas de las compañías interesadas.
Fue entonces cuando apareció en escena Adolfo Añíbarro Cantera, que concretó la adquisición en junio de 1987 con el respaldo de varios empresarios vinculados al negocio del café. La operación no fue sencilla, vistos los embargos que aún pesaban sobre Agua de Solares, que ante las complicaciones financieras ya había dividido sus activos en Agua de Solares y Manantial de Fuencaliente.
La llegada de Añíbarro sirvió para relanzar la empresa y sacar a Agua de Solares de la zozobra en que había entrado tras la crisis reputacional y el posterior rescate público.
A partir de ahí, años de bonanza hasta las últimas decisiones de épocas recientes. El balneario reabrió sus instalaciones en el año 2006 tras una reforma integral en la que se incorporaron las últimas tecnologías aplicadas a la hidroterapia y una ampliación de la zona de hotel con la que se alcanzaron las 113 habitaciones disponibles. En 2012 el Grupo Castilla Termal pasó a gestionar dicha instalación.
En cuanto a la planta embotelladora, el Grupo Fuertes cerró en 2024 un acuerdo de compra. De hecho, la corporación está acometiendo importantes inversiones por 20 millones de euros. El nuevo dueño ya ha puesto en marcha la primera de sus cuatro nuevas líneas de embotellado.
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