Álvaro Castillo
El nuevo representante de los trabajadores de la fábrica de Reocín insiste en la necesidad de que la compañía desarrolle un plan de futuro
El reciente ERE que ha golpeado la fábrica de Bridgestone en Puente San Miguel ha traído consigo una cadena de cambios. Entre ellos, en el ... comité de empresa (UGT, CC OO, BUB y SITB), que debido a la prejubilación del ya expresidente Luis Ruiz Eguren pasa a estar representado por Álvaro Castillo (UGT). Un trabajador que esta semana ha cumplido 23 años en la empresa y que desde hace 15 ejerce su labor en el servicio técnico de calidad, por lo que «lo bueno que tengo es que ando por toda la fábrica y me relaciono con todos los departamentos». Su nueva función como máximo representante de sus compañeros la asume con responsabilidad porque «es un papel muy complicado» y más en los momentos convulsos que atraviesa la factoría, que pese a los ajustes aún ha debido sacar adelante un nuevo ERTE que, precisamente, se inicia mañana y se prolongará hasta diciembre o, incluso, marzo.
-¿Cómo está el ambiente en la fábrica?
-Está un poco mejor, pero enrarecido. Aquí nos conocemos todos y la gente mira al lado y ve que no tiene a su compañero de toda la vida, eso cuesta. Además, en el último periodo ha habido cambios organizativos tanto en la dirección como en el puesto de jefe de producción, y engranar todo es complicado.
-¿En qué punto está la relación entre el comité, los trabajadores y la empresa?
-Digamos que está fluida. No podemos olvidarnos de que todos trabajamos para la empresa y todos queremos que le vaya bien. Nuestra mayor preocupación en este momento son las ventas, tienen que remontar para que siga habiendo trabajo, si no, esto es el declive.
-¿Cómo asumieron cuando, después de todos los recortes, volvió a plantearse un ERTE?
-Es una posibilidad que ya se llegó a poner sobre la mesa cuando estábamos negociando el ERE. Y no nos pilló de sorpresa porque desde enero hasta junio, con una plantilla sobredimensionada de cuatrocientos y pico empleados para el volumen de ventas que había, ya veíamos que estábamos fabricando para almacenar. Si se llenan los almacenes al final es lo que pasa, que nos mandan a casa, y para cubrirnos las espaldas en la negociación de los ajustes pedimos que, llegado el caso, se nos completase el 100% del sueldo.
-Mañana se inicia el ERTE, ¿se extenderá hasta marzo?
-Ahora tienen que reducir el estocaje para poder cerrar un almacén por el que la empresa paga un millón y medio de euros al año, y funcionaríamos con las instalaciones que tenemos aquí. Lo ideal sería trabajar con una producción de en torno a 30.000 cubiertas, y ahora tenemos unas 54.000. Hasta estar en esos números, en torno a un 80% de la plantilla tiene interrumpido su trabajo un total de 22 días repartidos en varias semanas hasta diciembre, si para entonces se ha reducido el stock y han crecido las ventas, no se tendría que alargar el ERTE hasta marzo como está acordado.
-El comité viene reclamando un equilibrio entre las ventas y la producción para evitar estos desajustes, ¿se está trabajando en esa dirección?
-A nivel de planta y de trabajo de fábrica, sí. Tengo mis dudas con el tema de ventas, porque estos dos últimos meses no estamos vendiendo lo que la empresa esperaba, estamos un 20% por debajo, lo cual nos preocupa.
-¿Y en cuanto al plan a largo plazo que también reclama la representación sindical?
-Creemos que sí que trabajan en ello, pero a ciencia cierta todavía no tenemos nada. Es verdad que la situación del sector es complicada, y desde Europa se debería hacer algo para que haya una competencia en condiciones justas. Es imposible enfrentarse a empresas de fuera como BKT, de India, que tardan en servir un pedido ocho días y nosotros meses.
-¿Hay opciones de recuperación o es el principio del fin de esta fábrica? ¿Contempla un escenario de integración entre la fábrica del País Vasco y Cantabria?
-Siempre soy optimista, pero realmente la situación está complicada. En cuanto a la integración no la veo viable porque hacemos productos distintos y la de Reocín es la única planta en Europa que hace neumático agrícola. Además, en la empresa quieren tener la fábrica de cubiertas 'premium' en Europa porque también hay otra en Estados Unidos, pero las cubiertas tienen otra homologación. Aquí tenemos la patente de las máquinas, las han desarrollado ingenieros nuestros, así que eso nos da esperanza de que esto siga hacia adelante.
-¿Temen que se produzcan más despidos?
-La plantilla se ha ajustado tanto que ahora mismo nosotros vemos en el día a día que incluso hay falta de personal.
-¿Cómo cree que se resolvió el ERE?
-Creo que llegamos hasta donde se podía llegar. Dentro de que no queremos que echen a nadie, el acuerdo fue bueno. La gente que se ha ido lo ha hecho con una cantidad importante. Además, sabíamos que aquí los empleados son profesionales y en cuanto han salido, sobre todo los mecánicos, están todos trabajando porque muchas empresas se los rifan. Alguno me ha comentado que no se podían creer que hubiera vida más allá de la fábrica.
-Las administraciones prometieron programas de apoyo, ¿se han puesto en marcha?
-En el País Vasco movieron ficha antes y han formado a la mesa de negociación de revitalización de la comarca. Aquí tenemos una fecha que era el 15 de julio y se suspendió por distintos motivos, pero la nueva fecha es el 10 de septiembre y contará con representación del Gobierno de Cantabria, Sodercán, los ayuntamientos de Torrelavega y Reocín y los sindicatos. Veremos qué nos cuentan y cómo se puede gestionar esto.
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