Transportistas, trabajadores del metal y pescadores copan el 40% de las muertes laborales de Cantabria
Desde 2008 se han contabilizado 158 fallecimientos en jornada laboral en la región: 75 en el sector servicios, 60 en industria y construcción y 23 en el sector primario
Las cifras son frías, están completamente desprovistas de sentimiento. Pero es imposible no acudir a ellas cuando hay que contar una historia. La de los ... accidentes mortales laborales está protagonizada en Cantabria por el número 158. Es el total de personas que fueron a trabajar y no volvieron a casa desde 2008 hasta la actualidad. Casi la mitad de ellos, el 47,5% del total del periodo analizado, formaba parte del sector servicios. Parece lógico teniendo en cuenta que el ámbito terciario es el que más empleo genera en la región (en la actualidad acapara 187.530 empleados frente a las 32.801 que suma industria, 17.531 en construcción y 4.554 en sector el primario). Por ello, es un buen ejercicio colocar la lupa en los subsectores, y donde más incidencia tienen los fallecimientos en el entorno laboral es en transporte, en el metal y en la pesca, según datos publicados por el Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (Icasst).
Obviamente, hay una relación evidente entre el número de trabajadores y la cantidad de muertes en el puesto de trabajo. A más empleados, más papeletas de que ocurra una desgracia. Y no solo se aprecia en lo relativo al sector servicios, el más afectado al ser también el ámbito que más trabajadores concentra. Igualmente, hay un vínculo similar en la serie histórica de todo el mercado laboral. Tras estallar la burbuja inmobiliaria, con el aumento del paro, la accidentalidad hizo el camino contrario y descendió hasta tocar suelo.
Es a esa disminución de la población asalariada a lo que achacan, en gran medida, desde los sindicatos la caída de muertes que se produjo tras la crisis. Tal y como se aprecia en la gráfica que acompaña estas líneas, entre 2011 y 2016, que fue cuando más se notó el descenso de empleo, no se registraron entonces ni la mitad de fallecimientos que los que se vienen produciendo en los últimos años. Ahora, ante un mercado laboral que está refortaleciéndose y con máximos de afiliaciones, se han vuelto a registrar cifras de accidentalidad mortal previos a la crisis.
Así, el análisis revela una clara afección en el sector servicios, que concentra 75 muertes. En este sentido, hay que destacar que la rama del transporte aparece como la más afectada, con 33 fallecidos (20,9% del total), seguida por la Administración Pública y la Seguridad Social, con diez muertes (6,3%). Otros subsectores como el comercio (7 casos), la hostelería (6), actividades sanitarias (4) o la informática (3) completan el panorama. La industria y la construcción comparten la segunda posición, con 30 muertes cada una (18,9% en cada caso). El sector primario, que incluye agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, acumula 23 (14,6%).
El sector primario y la construcción tienen los índices de incidencia mortal más elevados
Desde los sindicatos piden más prevención porque «la mayoría de accidentes son evitables»
Es ahí donde aparece otro dato significativo. Y es que pese a que el sector servicios en números absolutos es el que, con diferencia, más fallecimientos acapara, únicamente uno de sus subsectores aparece entre los tres con más casos, el del transporte, en primer lugar. Sin embargo, en segunda posición como el más castigado se posiciona el metal con 15 muertes (9,5%). El tercer puesto tiene acento primario, la pesca, que tuvo que lamentar en el periodo analizado 11 pérdidas, por encima de la silvicultura (7) y la agricultura y ganadería (5).
Por ello, en este caso cabe analizar los índices de incidencia—que mide el número de siniestros por cada 100.000 trabajadores—. Bajo este prisma, y cogiendo de ejemplo los datos del pasado año, cuando se contabilizaron 11 muertes (una en el sector primario, dos en la construcción, una en la industria y siete en servicios) la perspectiva cambia considerablemente. Con esta comparativa, los entornos laborales más peligrosos en Cantabria son el sector primario y la construcción, donde la probabilidad de fallecimiento por trabajador es mucho mayor, ya que tienen un índice de incidencia de 21 y 12 respectivamente, muy por encima del tres que arroja industria y del cuatro del sector servicios, que pese a concentrar el mayor número de fallecimientos en términos absolutos es de los que menos riesgo relativo presenta.

Los cinco subsectores con más accidentes mortales
1 enero 2008 - 30 julio 2025
Transporte
Metal
33
15
Pesca y acuicultura
Adm. Pública y SS Obligatoria
11
10
Comercio
7

Los cinco subsectores con más accidentes mortales
1 enero 2008 - 30 julio 2025
Transporte
Metal
33
15
Pesca y acuicultura
Adm. Pública y SS Obligatoria
10
11
Comercio
7

Los cinco subsectores con más accidentes mortales
1 enero 2008 - 30 julio 2025
Transporte
Metal
Pesca y acuicultura
Adm. Pública y SS Obligatoria
Comercio
10
33
15
11
7
Motivos
Respecto a las causas de los fallecimientos producidos en jornada laboral, en Cantabria predominan los infartos y derrames cerebrales, que encabezan las estadísticas de la última década. Desde 2015 hasta 2024 se contabilizan un total de 95 muertes en el trabajo, de los cuales 25 (26,3% del total), es decir más de una cuarta parte, fueron por este motivo. Los choques contra objetos en movimiento o colisiones con vehículos representan otra de las principales causas, con 22 víctimas (23,2 %). A continuación se sitúan tanto los accidentes por golpes contra objetos inmóviles como los casos de trabajadores atrapados o aplastados, ambos con 16 muertes cada uno (16,8 %).
Los sindicatos enfatizan que «la mayoría de accidentes laborales son evitables». Desde UGT recalcan que «es incuestionable que en los últimos años la accidentalidad laboral, especialmente la grave y mortal, ha aumentado en Cantabria hasta cifras ya de por sí inasumibles e inaceptables; con una media anual de casi una docena de muertes en el trabajo en los últimos cuatro años». En el mismo sentido apunta CC OO, que recalca que «continuamente somos testigos de accidentes laborales que podrían haberse evitado con las medidas adecuadas». USO en concreto apunta a que «la construcción sigue concentrando los accidentes más graves, y eso merece una reflexión sobre la calidad de la prevención en ese sector», al tiempo que valora positivamente que «la industria mejora de forma sensible sus resultados, queremos pensar que fruto de las campañas de prevención y la concienciación».
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