Corea del Sur cree que Kim Jong-un allana el camino de la sucesión a su hija Ju-ae
La Inteligencia de Seúl considera que el líder norcoreano no sufre ningún problema de salud «relevante»
Kim Ju-ae, la hija del dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, se afianza como sucesora de su padre en el poder. Así ... lo atestiguan los servicios de Inteligencia surcoreanos, cuyos informes valoran que el papel de la menor (que se cree que ronda los 12 o 13 años) se ha cimentado tras su presentación pública en la reciente visita del mandatario a Pekín, donde se reunió con los presidentes de China, Xi Jinping, y Rusia, Vladímir Putin.
En una comunicación a un grupo de diputados, el Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur (NIS) reconoce que, aunque la hija de Kim permaneció en la embajada norcoreana durante el viaje, el régimen consiguió generar «suficiente narrativa» para consolidar su lugar como heredera al frente del país, continuando con la saga familiar iniciada por Kim Il-sung, continuada por Kim Jong-il y que actualmente ostenta su padre.
«El objetivo de su viaje era esencialmente parte de un proceso para completar la narrativa con su sucesión en mente», ha dicho un parlamentario presente en la reunión, en la que el NIS ha apuntado además que no considera que Kim sufra ningún problema de salud relevante, según recoge la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
«Kim cumplió con toda su agenda sin problemas de salud», ha subrayado la inteligencia surcoreana. «A veces se le veía sudando abundantemente o boqueando cuando subía escaleras debido a su obesidad, pero el ritmo cardíaco y la presión sanguínea estaría en los rangos normales».
Entretanto, el presidente de Corea del Sur, Lee Jae Myung, este jueves ha reconocido que se han logrado pocos progresos en los intentos para rebajar las tensiones con Pyongyang y el deshielo sigue lejos. «La actitud norcoreana sigue siendo fría. Es la realidad a la que hacemos frente», ha expresado. «Si bien no ha habido progresos especiales, seguimos haciendo esfuerzos constantes», ha defendido el mandatario, al tiempo que ha destacado la importancia de la coordinación con Estados Unidos, ya que Kim Jong-un considera a Washington como la «principal amenaza».
Cabe recordar que las dos Coreas siguen técnicamente en guerra. La Guerra de Corea (1950-1953) no terminó con un acuerdo de paz, sino con un armisticio, sin que las partes hayan logrado concretar hasta el momento un pacto para poner fin oficialmente a las hostilidades, si bien Lee ha asegurado desde su llegada al poder en junio que buscaba acercar posiciones de cara a una resolución del conflicto.
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