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Merkel ya tiene sustituto para Juncker

Merkel ya tiene sustituto para Juncker

El PP europeo ratifica la candidatura del alemán Manfred Weber en las elecciones europeas, pero no tendrá nada fácil llegar a la Comisión

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Jueves, 8 de noviembre 2018, 13:26

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Es difícil toparse con algo más predecible que el congreso que el Partido Popular europeo celebró el miércoles y el jueves en Helsinki. Tocaba elegir al cabeza de lista de las elecciones europeas del próximo 26 de mayo, al candidato para presidir la Comisión Europea y al final, como estaba escrito, el alemán Manfred Weber (Niederhatzkofen, Baviera, 1972) fue el escogido para hacerse con el puesto que ahora ocupa el también popular Jean-Claude Juncker. Así lo quería Angela Merkel y así ha sido por abrumadora mayoría al lograr 492 votos frente a los 127 del finlandés Alex Stubb. Entre los apoyos recabados por el bávaro se encuentra el del PP español, una de las delegaciones más importantes del cónclave.

¿Quién es Weber? Es un eurócrata de manual. Nunca ha desempeñado un cargo público y toda su trayectoría política la ha desarrollado en el Parlamento comunitario, donde llegó en 2004. Poco a poco fue haciéndose un nombre y en 2014 fue elegido presidente y portavoz del grupo popular europeo. Como político, es frío, serio y pragmático. Un alemán muy alemán. Nada de revoluciones, sino conservadurismo puro y duro. Un ejemplo. Durante el congreso, dijo sentirse orgulloso de que, vaya donde vaya, «en Europa siempre en el centro de todos los pueblos encuentras una iglesia cristiana». Stubb, por contra, es mucho más aperturista, pero esta Europa, azotada por la extrema derecha y los populismos 'made in Trump', no está para muchos experimentos.

Este procedimiento de elección de un cabeza de cartel se conoce como 'Spitzenkandidaten' y se puso en marcha en los últimos comicios comunitarios celebrados en 2014. La teoría dice que las grandes familias presentan a un candidato y que el presidente de la Comisión saldrá de entre ellos, pero no hay ninguna legislación que obligue a ello. Es decir, que llegado el momento, los jefes de Estado y de Gobierno que componen el Consejo Europeo podrían vetar o decicir a quien deseen.

En 2014, Juncker fue el elegido por el PPE y compitió contra el socialdemócrata alemán Martin Schulz. Ganaron los populares, pactaron con los socialistas y conformaron una gran coalición europea que ha protagonizado la escena comunitaria desde 2014. Sin embargo, todo apunta a que este idilio puede ser cosa del pasado, lo que complicaría mucho las posibilidades de Weber para hacerse con las riendas del Ejecutivo comunitario pese a la euforia que ha dominado el congreso de la capital finlandesa.

Sin gran coalición

Que el PP va a ganar las elecciones europeas es algo casi tan predecible como la victoria de hoy de Weber. En 2014, lograron 221 de los 751 escaños. Los socialdemócratas, por su parte, 191; los conservadores y reformistas europeos, 70 (la mayoría británica); los liberales, 67; la Izquierda Unitaria, 52 (aquí está Podemos); Los Verdes, 50... La clave era sumar 375 y la gran coalición lo hacía de sobra.

En la próxima legislatura, la cifra mágica será de 353 después de que el hemiciclo haya quedado reducido a 705 escaños tras la pérdida de los 73 que correspondían a Reino Unido. No se han restado de forma automática los 73, sino que se han mantenido 27 para ser repartidos entre diferentes países. Entre ellos, España, que pasará de 54 a 59.

Manfred Weber no lo tendrá nada fácil para alcanzar esos 353 apoyos, sobre todo porque tendrá enfrente a un aspirante de mucho caché: Frans Timmermans, el actual vicepresidente primero de la Comisión. Es verdad que el socialista holandés no ganará las elecciones, pero su perfil es mucho más dado a atraer apoyos de otros partidos. Timmermans se ha convertido en uno de los grandes líderes morales de una UE que busca referentes en momentos tan inciertos.

Además, aún queda por despejar la incógnita de los liberales, donde el francés Emmanuel Macron puede jugar un papel clave. Se está haciendo de rogar para sumarse a sus filas, pero su partido, la República en Marcha, está ultimando un acuerdo con formaciones como Ciudadanos. Si hay que apostar por un nombre, la comisaria danesa, Margrethe Vestager, es la gran favorita.

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