Los independentistas escoceses claman por un nuevo referéndum

Johnson ya ha adelantado durante la campaña que rechazará la petición. El punto de partida de esa fricción entre los dos ganadores de estas elecciones es el logro de 48 de los 59 escaños escoceses por el Partido Nacional Escocés(SNP), que son 13 más que los que logró en 2017, el descenso de los conservadores escoceses, que con 6 escaños han perdido 7, y la victoria aplastante de los 'tories' en Inglaterra y Gales.

Aunque los sondeos señalan a un empate entre los partidarios de la independencia escocesa y los partidarios de permanecer en la union británica, Sturgeon ha prometido una segunda consulta en 2020, que ahora parece improbable. Las elecciones autonómicas de 2021 se enmarcan desde ahora como una batalla por la legitimidad de un nuevo referéndum.

La ley de Escocia que recreó el Parlamento de Edimburgo en 1998 reserva al Gobierno de Londres la competencia «sobre la Unión». Esa cláusula fue el recurso de Cameron para exigir una negociación con Salmond, tras obtener una mayoiria absoluta de escaños y de votos con un programa que prometía el referéndum. La negociación derivó en la transferencia del poder de convocar una consulta binaria con la opción del 'si'' o el 'no' a la indepedencia.

Johnson parece dispuesto a rechazar la legitimidad de una mayoría escocesa, si se reproduce en 2021, algo que parece muy probable tras esta victoria electoral del SNP y que sería reforzada por los escaños que obtiene en Edimburgo el partido Verde, que también quiere la independencia. En esas circunstancias, un estancamiento creará tensiones en la unión británica.

Sturgeon ha subrayado en diversas ocasiones su rechazo a una 'vía catalana' que contemple el avance hacia la independencia mediante una decisión unilateral del Parlamento escocés. Su argumento es que la consulta debe tener las garantías legales que permitirían a los países de la Unión Europea aceptar una solicitud de reingreso por la Escocia independiente.

La líder escocesa ha afirmado también que convocará el referéndum cuando sea obvio que la población lo quiere. Significa también que los sondeos deben indicar que la independencia tiene posibilidades de victoria. En ese sentido, será importante la evolución de las encuestas cuando la marcha británica de la UE se consume antes del 31 de enero, y la independencia se convierta en un reto más complejo, por la necesidad de una frontera o de una nueva momeda.

Sturgeon ha afirmado durante la campaña que, si Johnson le negase el referéndum, acudirá a los tribunales para argumentar que el Parlamento de Edimburgo tiene el poder de convocar referéndums. El programa electoral de los conservadores contiene una promesa de crear una comisión para la revisión de las relaciones constitucionales entre Parlamento y tribunales, que han sido motivo de resentimiento entre los 'tories' durante la crisis del 'brexit' por algunas sentencias del Supremo.