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Fábrica de carrocerías de Renault Group en Valladolid F. P.

Factoría de Carrocerías de Renault en Valladolid: de clásicos como el 4/4 a la Inteligencia Artificial

Miriam Antolín y Patxi Fernández

Jueves, 9 de octubre 2025

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Sesenta velas sopla este año la factoría de Carrocerías de Renault en Valladolid. Un recorrido que arrancó oficialmente en 1965, cuando una ley obligaba a que el 90 por ciento del valor de las piezas que componían los vehículos españoles fueran fabricadas en el propio país, y con sus lineales produciendo componentes para modelos ya históricos como el R4 o el R5.

La historia y esas seis décadas de andadura han llevado ya a la factoría a asumir nuevas funciones y contar actualmente con un total de siete tecnologías -embutición, inyección de plásticos, soldadura, pintura, montaje de paragolples, baterías y refactory-.

Así, las instalaciones vallisoletanas, en las que en los años 60 primaba un trabajo más bien manual, han incorporado ya a sus procesos proyectos de «alto carácter tecnológico» y herramientas como la Inteligencia Artificial para asegurar la «calidad».

Se ha convertido, además, en una «factoría especializada» en las etapas de fabricación más tradicionales, como la embutición y la soldadura, hasta sus nuevas funciones -las últimas en incorporarse han sido la de producción de baterías y refactory- que le hace ser un punto «estratégico» y «clave» para la marca automovilística, según apuntó ayer su director, Diego Paulini, durante una visita para los medios de comunicación celebrada este martes.

Con más de 1.200 empleados -el 21 por ciento mujeres-, de sus talleres de embutición de acero y aluminio -los más grandes de la multinacional del rombo y el primero que se abrió en estas instalaciones- salen un total de 37 millones de piezas al año, mientras que de los de inyección en plástico superan ya los dos millones. Desde allí se producen, además, casi 700.000 paragolpes montados en sincronización con las fábricas que los demandan y dispuestos para incorporar en los vehículos y más de 200.000 baterías para híbridos.

Abastecen a los cinco modelos que montan las factorías que la marca del rombo fabrica en España en Valladolid, Palencia y Sevilla, pero también parten con destino a otros puntos de Europa o para recambios.

Renault 4CV Santiago de GArnica Cortezo

Renault en la historia de la automoción en España

En el año 1951, el militar e ingeniero Manuel Jiménez Alfaro logra hacerse con la licencia para construir en España el Renault 4 CV. Utiliza sus influencias y amistades (Carrero Blanco, entre otras) para sacar adelante su idea, y el 19 de octubre de ese año, aparece en el BOE la aprobación del proyecto, fijando una producción anual de 6500 vehículos, indicando un capital social de 60 millones y estableciendo el 18 de enero de 1952 como fecha límite para constituir la sociedad que debería arrancar la producción antes de los diez meses.

La intervención del empresario Santiago López será clave para que el 29 de diciembre de 1951, se reúnan setenta y un vallisoletanos y el capital necesario para hacer posible el nacimiento de FASA (Fábrica de Automóviles Sociedad Anónima) en Valladolid. El siguiente paso se produce el 12 de enero de 1952, al firmarse el contrato con Renault, fecha en que la Junta General Extraordinaria de la nueva empresa nombra presidente a Nicolás Franco.

Aún seguirán retrasos administrativos en la importación de maquinaria para la fabricación del coche, a los que se suman cambios de criterios en cuanto al porcentaje de piezas de origen nacional. Finalmente, el 16 de mayo se aprueba el crédito de importación de mil conjuntos de piezas que hacen posible el inicio de la producción, y el 4 de junio llega a Valladolid el primer vagón con material procedente de Francia.

Un Renault 4CV, más conocido como 4/4, declarado bien de interés cultural, fue el primer coche que fabricó Renault en España. Los primeros Renault 4 CV españoles se montan en una nueva fábrica situada sobre 59.228 m2, junto al Paseo del Arco de Ladrillo, de Valladolid a partir del 1 de agosto de 1953. Aunque aún no se puede hablar de fabricación en serie, el hecho histórico es que el 12 de agosto de 1953 por las calles de Valladolid ruedan esas primeras once unidades del «4/4» camino del Ayuntamiento para su presentación oficial.

La producción de Renault en nuestro país comenzó por lo tanto en Valladolid en 1953 en la cercana Factoría de Montaje 1. Esta Factoría produjo 14 modelos diferentes, alcanzando un volumen total de algo más de 2,4 millones de unidades entre 1953 y su cierre en 1991.

En 1972 se inauguró la factoría de Montaje 2, hoy conocida como factoría de Carrocería y Montaje de Valladolid, que comenzó su producción con el emblemático modelo R8.

En 2001 la factoría celebró el vehículo 10 millones de Renault en España, se trataba de un Renault Clio 1.5dCi de 80CV, motorización que se producía ya por entonces en la factoría vecina de Motores de Valladolid, en exclusiva mundial para la Alianza Renault-Nissan.

Por su parte, la factoría de Palencia comenzó su producción en 1978 con la fabricación del emblemático R12 y fue inaugurada en octubre del mismo año.

Centenares de robots, carretillas programadas e importantes procesos de automatización se han sumado a una fábrica que ha conseguido llegar a marcas como los 3.000 puntos de soldadura por minuto o las 450 piezas pintadas a la hora -unas 10.000 al día- de los quince colores diferentes en los que produce actualmente la marca del rombo.

Así que la histórica planta vallisoletana ha vivido en este tiempo una auténtica revolución tecnológica, en la que una de sus últimas novedades ha sido añadir a sus procesos la Inteligencia Artificial para «asegurar la calidad». Por ejemplo, en la comprobación de los conectores de las baterías que se fabrican desde 2019 y se envían a las fábricas de Valladolid, Palencia o Tánger, para corroborar el diseño de las piezas que salen de embutición o en el sistema de inyección de plásticos. «Así vemos cosas que antes eran difícil de percibir para el ojo humano», explican desde sus instalaciones, y citan ejemplos como que las nuevas herramientas son capaces de detectar hasta «un 0.6 centímetros de desviación en los conectores».

Fábrica de carrocerías de Renault en Valladolid F. P.

La última de las áreas incorporadas a la factoría de Carrocerías de Valladolid ha sido el Refactoring, según ha indicado su subdirector, Álvaro Jiménez. Desde este año se dedican a transformar «vehículos usados para una nueva vida», una tarea que también hacen desde la planta de Sevilla y para el que ya se han marcado un objetivo: llegar a los 6.000 vehículos reacondicionados. Jiménez quiso agradecer además a los trabajadores el «compromiso» demostrado en esta andadura. Una plantilla en la que hay «generaciones familiares» completas, indicó.

Lo que tienen claro desde la multinacional francesa es que la planta vallisoletana es un lugar cargado de «historia», pero con «muchísimo futuro por delante», tal y como manifestó el director de comunicación de Renault Group España, José Antonio León. «Es necesaria» para el desarrollo del «polo industrial» y «estamos muy contentos» con sus resultados, apuntó al respecto. Además, el director Industrial del Polo Iberia, José Martín Vega, destacó que la factoría vallisoletana es «el ejemplo más claro» de «integración vertical» de los procesos desde los esambles, a la pintura y ahora la producción de baterías para los vehículos híbridos.

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