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Grabación de un supuesto secuestro virtual.
"¡Padre, escucha, busca el dinero, por favor!"

"¡Padre, escucha, busca el dinero, por favor!"

La Policía Nacional difunde las grabaciones de varios secuestros virtuales, en las que los estafadores llegan a imitar las voces de los hijos de las víctimas

Mariña Álvarez

Martes, 16 de febrero 2016, 13:37

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"¿Es que no le importa la vida de su hijo? ¿Y por qué no ha podido sacar dinero del cajero? La cosa se va a poner bastante fea... Como mínimo mil euros (...) ¡No puedo esperarte todo el día!". Son retazos de una llamada telefónica realizada por un hombre con marcado acento chileno a un español elegido al azar que casualmente es padre. Decide concederle un poco de tiempo. "Te vuelvo a llamar en una hora". Y luego quien llama por teléfono es el hijo, y a gritos. "¡Por favor, ayudadme, me acaban de atracar unos tíos! ¡Quieren dinero! (ruidos) ¡Por favor, no me hagan daño!". Y ese padre que no es su padre ni siquiera se da cuenta de que esa no es la voz de su hijo. A veces cuela y las víctimas van al cajero y llevan el dinero donde el presunto secuestrador les dice.

Los falsos secuestros virtuales, tan extendidos en Latinoamérica, irrumpieron con fuerza el año pasado en España. En marzo de 2015 hubo dos casos en Santander. Uno llegó a pagar parte del rescate exigido por el presunto secuestrador que le dijo que tenía retenido a un familiar suyo: 350 euros como primer pago. El otro, no se lo creyó y denunció directamente los hechos en la comisaría de La Albericia. El Cuerpo Nacional de Policía alertó entonces a la ciudadanía de la proliferación de este tipo de estafas llegadas del otro lado del Atlántico. La situación se calmó, "se consiguió reducir estas llamadas casi a cero", indica la Policía. Hasta ahora. Este martes se ha alertado de un nuevo repunte de llamadas comunicando falsos secuestros virtuales, con más de medio centenar de víctimas desde finales de enero, sobre todo en la comunidad de Madrid, pero también se han comunicado intentos de estafa en otras provincias. El Cuerpo ha confirmado que, de momento, en Cantabria no ha habido ningún caso este año, pero ha insistido en la importancia de dar a conocer estos timos para que no nos pille desprevenidos y ha enviado grabaciones reales de estos falsos raptos registrados en España para que se sepa cómo actúan estos delincuentes.

Siempre llaman por la tarde

Los secuestros virtuales -o telefónicos- ocurridos este año siguen el mismo patrón que los del año pasado: se busca generar una situación de bloqueo y angustia en el interlocutor, haciéndole creer que un familiar cercano ha sido secuestrado y que será torturado si no paga de forma inmediata. Aunque los estafadores del año pasado fueron localizados, gracias a la colaboración entre la policía española y la chilena, los de este año actúan igual: las llamadas se realizan generalmente por la tarde (entre las 16.00 y las 23.00), desde teléfonos ocultos o con el prefijo de Chile (0056). Desde el primer momento tratan de intimidar a la víctima para que les facilite más información sobre el supuesto familiar secuestrado y conseguir que todo sea más creíble. "El objetivo es que, ante frases como 'mamá, estoy secuestrado', o 'me quieren matar', la víctima no pueda colgar para comprobar la veracidad de los hechos y pague", explica la Policía. El precio de los rescates oscilan entre los 1.000 y los 10.000 euros.

Llamadas indiscriminadas

Su modus operandi consiste en efectuar llamadas indiscriminadas, preferiblemente a teléfonos fijos, de potenciales víctimas españolas. En cuanto descuelgan, se les dice que su hijo está secuestrado. Si una llamada no produce resultados positivos, los delincuentes continúan llamando a los números sucesivos, práctica que explica que numerosas víctimas residan en los mismos baqrrios o localidades. La Policía señala que los últimos teléfonos que han denunciado este tipo de llamadas comienzan por 91 650.

Imitaciones y efectos sonoros

Los delincuentes tienen un marcado acento sudamericano y se identifican como miembros de bandas criminales. Llegan a imitar la voz de los presuntos familiares secuestrados: "son imitaciones que apenas duran unos segundos para evitar que las víctimas, inmersas en un gran nerviosismo, descubran el engaño", indica la Policía.

También recurren a 'efectos sonoros' que despierten terror. Y, así, conducen a la víctima a un bloqueo que le impide comprobar la veracidad de la amenaza, ni siquiera a intentar localizar al familiar que supuestamente está secuestrado, ni a hacer preguntas para las que el secuestrador no tenga respuesta a no avisar a la Policía y a pagar cuanto antes.

Ahora los rescates se pagan en mano

Ha habido un cambio con respecto a los secuestros del año pasado. Antes exigían pagar mediante depósitos a través de compañías internacionales, y ahora son más frecuentes las entregas en mano. Saben cómo hacer para que la víctima se crea que está siendo vigilada, para que no intente realizar ninguna otra llamada o comprobación.

Además, tienen un truco. Los estafadores prolongan la llamada durante bastante tiempo con dos objetivos: por un lado, evitar que la víctima pueda corroborar la veracidad de la información y por otro, conseguir que el pago se haga rápido.

En lo que va de año, solo una persona ha pagado el presunto rescate, transfiriendo a los criminales 1.000 euros en un locutorio de Madrid.

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