Felipe Alonso, la vida sencilla de un hombre de bien
PEDRO CRESPO DE LARA
Viernes, 11 de julio 2025, 02:00
Tenía 94 años y ninguna gana de morir. Vivía en una hermosa finca en lo más alto de Suesa, con vistas a la bahía de ... Santander y, detrás, una extensa pradera poblada de maíces, que de mayo a septiembre crecen cada día, presididos por Peña Cabarga. Por las tardes iba en coche, conducido por él, a la gasolinera cercana a tertuliar con amigos; nunca faltaba quien le aparcara el vehículo en sitio adecuado.
Buen conversador, fue en su juventud navegante de altura. Vio mucho mundo, durante 17 años, prestando diversos oficios en barcos que tocaban los cinco continentes. Rico en experiencias y disciplina del mar, volvió a Suesa, donde se hizo ganadero. Casó con Margarita, bella montañesa empleada en la Telefónica de Santander; iba y volvía Margarita en la lancha de 'Los diez hermanos', hoy las 'Reginas'. ¡Un lujo de itinerario laboral!
Tuvieron un hijo, Javi , que le ha sucedido en el negocio ganadero; los hijos de este también son ganaderos. Este oficio, negocio o empresa de las vacas le permitió a Felipe lo que se propuso al volver de los oficios de su juventud: no tener jefe. Y, como amo de su actividad, vivió una vida fecunda y placentera.
Ha muerto sin darse cuenta, entre el cariño de Margarita, de Javi, de su nuera y de sus nietos, el respeto de los trabajadores de su casa o negocio y la amistad de sus vecinos. Una vida sencilla, de un hombre de bien, muy propia de la vieja Montaña, como antes se llamaba Cantabria. Adiós, Felipe.
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