El Convento de San Luis abre una nueva temporada de visitas públicas

San Vicente de la Barquera abre a partir de esta semana una nueva temporada de visitas para descubrir una de sus joyas más bellas y al mismo tiempo desconocidas para todo ese gran número de turistas que visita la villa.

Se trata de las ruinas del convento de San Luis, uno de los grandes tesoros del rico patrimonio monumental barquereño. Cuando se habla de visitar unas ruinas, generalmente se suele perder el interés por conocerlo, al considerar que ya no tiene el atractivo o el valor de cuando se encontraba en su plenitud. Pero en este caso no sucede lo mismo, aquí las ruinas se encuentran perfectamente consolidadas y en perfecta armonía con una exuberante vegetación que la rodea, dentro de un entorno natural de extraordinaria belleza que le confiere un ambiente romántico realmente singular.

El carácter privado de la propiedad es lo que hace que no sea tan conocido por el gran público. Sin embargo al estar declarado monumento, como Bien de Interés Cultural, cuenta con un calendario de visitas públicas y gratuitas que gestiona el propio Ayuntamiento de San Vicente de la Barquera a través de la oficina municipal de turismo.

Este es uno de los ejemplos en los que se cumple con rigurosidad la Ley de Patrimonio que en España obliga a los propietarios y a las administraciones a establecer convenios para que monumentos como este, aunque sean de propiedad privada, para que puedan ser disfrutados y conocidos por los ciudadanos, algo que desgraciadamente no es muy habitual, como ha pasado reciente con el conocido Pazo de Meirás de la familia Franco por las dificultades que ponen sus propietarios para realizar estas visitas públicas.

Sin embargo en el Convento de San Luis de San Vicente de la Barquera se produce todo lo contrario, se cumple estrictamente el convenio, y además la familia propietaria da todas las facilidades para poder realizar visitas al margen de los días establecidos y de incluso desarrollar otras actividades complementarias como va a suceder en la temporada de 2017, al ser un año muy especial para San Vicente y también para la propia historia del convento.

Visitas

Tal y como se establece en el citado convenio desde el pasado día 18 de abril se han fijado un total de 48 días de visitas públicas y gratuitas que se desarrollarán todos los martes y jueves de la semana, hasta mediados del mes de julio. Desde mediados de dicho mes y hasta mediados del mes de septiembre las visitas se suspenden para retomarlas a partir del 19 de septiembre, momento en el que comenzarán a realizarse de nuevo todos los martes y jueves hasta el 1 de noviembre

Las visitas se realizan en horario de mañana en grupos de no más de 25 personas, debiendo de solicitarse previamente en la oficina municipal de turismo. El recorrido por el interior de la finca se realiza con un guía que aporta el propio Ayuntamiento barquereño que se encarga de informar de las características arquitectónicas del lugar, de su historia y del valor que le aporta el entorno natural que le rodea, al contar con algunos ejemplares que forman parte del catálogo de árboles singulares de Cantabria.

Pero además de estas visitas que son las que de manera similar se han venido estableciendo a lo largo de las dos últimas décadas, este año habrá una gran novedad. Se trata de unas visitas especiales que se desarrollarán previsiblemente a finales de septiembre y primeros de octubre, con un calendario aún no establecido que tendrá la excepcionalidad de que además de ser guiadas serán teatralizadas con personajes singulares de San Vicente y de la época de Carlos V, cuando visitó la villa en su primer viaje a España desde Flandes.

Precisamente con motivo de esta efemérides del 500 aniversario de este viaje y de su estancia en San Vicente, donde precisamente se alojó en el Convento de San Luis, se está trabajando en este evento que será uno de los grandes atractivos del programa con el municipio se va a sumar a este aniversario de interés nacional.

Para ello el grupo de teatro local La Chalana esta comenzado a trabajar en este proyecto que sin duda será un atractivo añadido al interés que de por si tiene la visita a este convento.

Historia

En el año 1454, el Papa Nicolás V concede al padre franciscano Juan de la Trecha, la Ermita de la Barquera para habitarlo con otros frailes de su misma orden. Catorce años después, en 1468, estos monjes franciscanos pasaron a ocupar un nuevo templo, el convento dedicado a San Luis, obispo de Tolosa, construido bajo el aptronato de la familia Gevara y con el apoyo de otras importantes casas de San Vicente y de la comarca. A finales del mismo siglo XV e inicios del XVI, el edificio fue totalmente remodelado dando lugar al convento que podemos contemplar en la actualidad, aunque en ruinas.

Cuenta con un edificio de estilo gótico, con la arquitectura típica de las iglesias de la orden franciscana, con un ábside poligonal, crucero y una nave única con capillas laterales entre contrafuertes.

En el exterior, entre el crucero y la nave, se alza una espadaña rematada con dos troneras triangulares. La puerta principal, situada en la fachada norte precedida por un zaguán, consta de un arco apuntado con arquivoltas simples. El claustro del templo se levanta en la parte sur.

Este convento, como otras muchas propiedades de la Iglesia, se vieron afectadas por la conocida desamortización de Mendizábal, por lo que fue vendida a manos privadas, pasando desde entonces por diferentes dueños que provocó que se fuese deteriorando cada vez más, hasta que sus actuales propietarios, no solamente frenaron ese declive sino que iniciaron la consolidación de los restos con los que se encontraron y realizaron algunas importantes actuaciones que permite en la actualidad disfrutar de este singular monumento.