Camiseta ON
Es este un mensaje para todos los veraneantes desvergonzados que, a pesar de verse rodeados por ingentes masas de ejemplares de su especie, se creen ... solos en cada playa, cada paseo, cada terraza. Soy consciente de que cada vez hace más calor en todas partes. Y que todas esas partes están cada vez más llenas de gente y gente y gente. De hecho, al entrar en la orilla de los mares mediterráneos, percibo el agua tan caliente que miro con desconfianza a todos los de alrededor. Si antes la casa de veraneo estaba en el sur, luego se comenzó a flirtear con las costas portuguesas o catalanas, por ser de temperatura más suave. Ahora se lleva Asturias, Cantabria o Galicia. Dentro de poco las casas de veraneo se buscarán en el Golfo de Botnia.
Pero la camiseta uno se la quita en la playa, no en la calle o en las terrazas. Hace más calor, sí, pero yo no tengo por qué verle a usted la barriga o sus abdominales de escándalo, lo mismo me da. Se ha convertido en un estereotipo, eso de ir a correr enseñando musculito (¿lo del 'estereotipo' quizá venga de 'tipos con esteroides'?). Y se creen que están solos porque además, ya sea en la playa, ya sea en el paseo o parque, van con un cómodo bafle de 50 cm x 50 cm y 15 kilos de peso. Porque para qué llevar cascos y no fastidiar al de lado. Y además, ya se imaginan que no ponen bandas sonoras decentes o música chill out relajante, no. Te plantan un reggaetón con un retumbo que enciende el piloto rojo de la estación sismológica.
Pero soy comprensivo, no crean. Detecto cada grupo de especímenes que me resulta lógico que lleven la música a todo trapo: cuando la alternativa sería escucharse unos a otros… mejor inundarlo todo con ruido.
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