Voto a la persona
¿Por qué no cambiamos el sistema electoral de una puñetera vez?
Con independencia de las manipulaciones que perpetra cada Gobierno de turno en este organismo, la realidad es que la política y los políticos salen mal ... parados y peor valorados en todas las encuestas que publica el CIS. Decía Einstein que es de imbéciles pretender conseguir resultados diferentes haciendo siempre lo mismo, que es algo muy propio precisamente de la política. Por eso, propongo un cambio de rumbo en las elecciones, en el sistema electoral, que no sé si llegaré a verlo, pero que algún día se llegará a producir, aunque solamente sea por selección natural, por puro darwinismo.
Si, como digo, lo político es lo menos valorado en nuestra sociedad y considero que uno de sus males son los propios partidos que establecen una disciplina de unicidad, que impide el desacuerdo, que impide la autocrítica interna, para saber reciclar todos los desperdicios de los procederes inadecuados, de las corruptelas y corrupciones y de las políticas erróneas ¿por qué no cambiamos el sistema electoral de una puñetera vez y elegimos a la persona y no al partido? Al final ¿quién gobierna? Gobierna una persona, gobierna un presidente que elige a un Consejo de Ministros, que elige a toda una serie de personas para la ejecución de las políticas que dimanan de la persona elegida, con el paraguas y la excusa del partido político de turno. Si, al final, siempre gobierna una persona ¿por qué no elegimos directamente a la persona que quisiéramos que gobierne nuestra vida en sociedad? ¿No sería mucho mejor votar y optar por aquella persona que más nos convenza para administrar los recursos públicos que los ciudadanos aportamos con nuestros impuestos?
Propongo un sistema electoral en el que, con independencia de partidos, que lo único que hacen es ponerle floritura y rancio romanticismo a los intereses de unos pocos, que elijamos a esos pocos y que sobre todo, y esto es lo más importante, que permita que aquellos que han sido elegidos de modo complementario y a título personal, puedan discrepar y enriquecer las políticas del gobernante sin el miedo a que el titular les quite de la foto porque no están alineados con la disciplina del partido (que es la suya). Creo que los partidos, como concepto político, más tarde o más temprano van a llegar a su fin, han dejado de tener sentido, probablemente nunca lo tuvieron, pero era una excelente excusa para justificar las decisiones de quienes gobiernan. Votaré por un sistema que permita que la persona o personas que yo considere más adecuadas para gobernar a mi país así lo consigan, con independencia de siglas, que tan sólo son ataduras y justificaciones para sus intereses.
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