En esta casa tuvo su casa
Formal y materialmente, el Centro de Estudios Montañeses (CEM) está en la historia desde 1932 y su primer domicilio fue la Biblioteca de Menéndez Pelayo. ... Pruébalo así el papel impreso para cartas con las preceptivas señas para el remite: «Centro de Estudios Montañeses. Biblioteca de Menéndez Pelayo. Santander». Felicísima conjunción. Un maridaje (timbre de gloria) que exige ser resaltado (puesto en valor, al uso y abuso verbal de los políticos de chichirimoche y aluvión que todo lo quieren hoy en día poner en valor, ignorando que valorar o apreciar vale eso mismo en español).
A los escépticos –que tanto enredan y tan poco aportan– no les vendría mal obtener una fotocopia de la carta que con tal membrete y remite dátase en Santander a 19 de enero de 1933, jueves por más señas (CEM 2009: 453). Destinatario: Fermín de Sojo y Lomba. Remitentes: Enrique Sánchez Reyes, Tomás Maza Solano, Elías Ortiz de la Torre y Francisco y Fernando González Camino. Motivo: Comunicar al ilustre e ilustrado paisano residente en Madrid el proyecto en vía de ejecución del Centro de Estudios Montañeses, participándole el acuerdo unánime de los fundadores de nombrarle director del mismo, confiando en su generosa aceptación.
No me consta que la carta de vuelta, con la anuencia, se haya reproducido. No sería de extrañar que estuviera traspapelada en algún pajizo legajo del CEM. En la obra 'De Re Toponímica', de Sojo, en reciente edición de mi admirado y meticuloso colega Luis Villegas, en 4 estaciones, UC, no la encuentro.
De vueltas al quid de la cuestión o busilis del asunto, muy de aplaudir sería que cuando se reinaugure la Casa-Museo-Biblioteca de Menéndez Pelayo –tan cansina, frustrante y absurdamente demorada–, se pusiera en lugar visible una cartela con un mensaje honorífico: «En esta casa tuvo su casa el Centro de Estudios Montañeses, nacido al socaire del inmenso amor a La Montaña de don Marcelino».
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