Génesis del Centro de Estudios Montañeses
Santander, diciembre de 1932. El CEM se presenta en sociedad con una nota informativa. Al hacerse eco del prospecto, tres periódicos locales coinciden en aplaudir ... el nacimiento del Centro de Estudios Montañeses. Jueves. 15.12.1932, La Voz de Cantabria lo trata en primera. Viernes, 16.12.1932, El Diario Montañés, en primera con una entradilla y en cuarta con la publicación íntegra del texto difundido.
Martes 20, El Cantábrico, encasillado en primera. En Ls Región, no aflora. La Voz lo ensalza como proyecto loable. Y a cuantos no estén animados de fervores y entusiasmos patrios y tengan amortecido en su interior el fuego sagrado de la devoción a las glorias regionales, les sugiere (a modo de desiderata) que acaso puedan servir de excitador aquellas frases del gran polígrafo don Marcelino Menéndez y Pelayo en que nos exhorta a que hagamos crecer en nosotros «el amor a las glorias de nuestra provincia, de nuestro pueblo y hasta de nuestro barrio; único medio de hacer fecundo y provechoso el amor a las glorias comunes de la patria».
El Diario resalta en primera, la entradilla: «El Centro de Estudios Montañeses nace bajo el signo de la aceptación incondicional de cuantos se asoman al brocal del pozo científico o literario para descubrir las linfas puras del saber. Y, ya por nacer, cuenta con la estimación de todos los montañeses pensantes de la región». Y El Cantábrico, en primera, bajo el titular 'Una activa labor inspirada por el amor a la región y a la cultura'. transcribe el texto y loa su afán.
Muchos sobaquillos ilustrados, con prensa ostensible, coinciden en la acera del Correo, 10, invitados a una copa con pincho por Benigno Díez, dueño de Librería Nueva y administrador del neonato CEM.
Con la generosidad que caracteriza a tan laboriosa y ejemplar institución, los diez fundadores del CEM merecen que sus nombres consten en placa conmemorativa. A tal efecto, ofrezco la realizada por mí. Gratis et amore.
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