Industria transformadora
Un informe de la Universidad de Cantabria respalda el centro de datos Altamira y ve en él una ocasión única para que la región se suba al tren de la economía digital
El vertiginoso avance de la economía digital está transformando los mercados, las empresas, los clientes y las operaciones mercantiles. La actividad sustentada en la tecnología ... digital precisa de redes con gran capacidad, del almacenamiento y procesamiento de cantidades ingentes de datos, de energía estable y de personal formado en las habilidades específicas. El pasado febrero, la presidenta de Cantabria anunció la implantación en la región del Proyecto Altamira, un gran centro de datos que contaría con una inversión totalmente privada de 3.600 millones de euros y estaría ubicado entre Villaescusa y Piélagos en una superficie de 636.000 metros cuadrados. A cargo de la empresa XDC Properties, del grupo Stoneshield Capital, emplearía a 1.500 personas durante su construcción y a otras 1.450 para su funcionamiento. Su desarrollo se llevaría a cabo en tres fases entre 2026 y 2032, año que llegaría al pleno rendimiento.
La Universidad de Cantabria (UC), a través de su grupo de Arquitectura y Tecnología de Computadores, con los profesores José Luis Bosque, actual vicerrector de Transformación Digital, y Esteban Stafford al frente, ha elaborado un exhaustivo informe sobre la viabilidad de la planta por encargo del Ejecutivo autonómico, en el que concluye que la región se encuentra ante «una oportunidad estratégica única». Los expertos identifican una serie de ventajas, dado el exponencial crecimiento del consumo de datos, que prevén que se duplique en España en los tres próximos años, y consideran que un centro de las características de Altamira situaría a nuestro país como uno de los polos digitales del sur de Europa.
La ubicación en Cantabria del centro de datos responde a una serie de factores que el equipo de la UC ha identificado con claridad. Una instalación de estas características requiere del suministro seguro de gran cantidad de energía, lo que simplifica la cercanía de la subestación de Penagos, conectada a las redes del norte, que requeriría de un refuerzo para hacerlo posible. El impacto en cuanto a las líneas necesarias para transportar la electricidad hasta la instalación sería mínimo. 75.000 paneles solares y un sistema de respaldo para asegurar la continuidad del suministro son otros elementos clave del abastecimiento del complejo tecnológico, que cuenta, además, con la ventaja climática de una temperatura media suave, lo que facilita la eficiencia en el consumo de energía para refrigerar las máquinas y el consiguiente ahorro.
En cuanto a las redes de datos, la proximidad de los nodos de Bilbao y del cable submarino recientemente instalado por Meta entre Carolina del Sur y Santander pone a disposición del centro Altamira una amplia conectividad. La declaración como proyecto empresarial estratégico pondrá a prueba la normativa aprobada por el Gobierno de Cantabria para allanar los trámites de las iniciativas empresariales que tengan especial relevancia para la comunidad autónoma.
Además de la relevancia que por sí mismo tiene el Proyecto Altamira, cuenta además con la capacidad de ejercer como elemento tractor de otras ideas empresariales de cualquier tamaño en el ámbito de la economía digital, como complemento, servicio o desarrollo de la propuesta del centro de datos. Sin contar con el valor psicológico de que una empresa de tal envergadura, en el corazón de la revolución digital, pueda dar continuidad, al hilo de los tiempos, a la tradición industrial cántabra, necesitada de iniciativas actuales y viables.
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