Retos pendientes en el empleo
Más allá de las mejoras relativas, los datos del Ministerio recuerdan la precariedad laboral en España
De los datos publicados ayer por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones pueden destacarse tres aspectos positivos. En primer lugar, España logra 141. ... 926 nuevos afiliados a la Seguridad Social y supera así los 21,8 millones de afiliados. Este récord se explica fundamentalmente por la reincorporación de profesores con ocasión del arranque del curso escolar, que ha logrado compensar el habitual desplome de empleos en el sector de la hostelería y otros servicios relacionados con el turismo tras el final de la temporada de verano. Además, en términos desestacionalizados, la afiliación se mantiene igualmente en cotas históricas, con un incremento de más de medio millón de inscritos a la Seguridad Social en el último año.
Sobresale, en cualquier caso, el impulso del empleo femenino a escala nacional, ya que ha protagonizado las tres cuartas partes de las afiliaciones del mes (110.000 más, frente a 32.000 nuevos ocupados varones) y ya representan un 47,4% del total del sistema. Aunque se ha producido un aumento de 22.101 parados, la cifra total —2.443.766 personas— representa el octubre con menor desempleo desde 2007. Cantabria, por su parte, perdió en octubre 532 afiliados y engrosó su lista de parados en 554 nombres, aunque mantuvo sus máximos de empleo en un mes de octubre.
Un análisis más en profundidad revela otros datos significativos. Primero, como es sabido, la reforma laboral aprobada por el Gobierno en 2021 creó la nueva figura del 'fijo discontinuo', que ascienden a 733.000 en el país, y no son incluidos en la lista de desempleo cuando quedan sin actividad. Si lo hicieran, el llamado «paro efectivo» rozaría hoy los 3,2 millones de personas. Segundo, si bien es cierto que las cifras del paro han descendido, España sigue liderando la tasa de desempleo en la Unión Europea, por delante de Finlandia y Suecia. Con una tasa del 10,5% de acuerdo con los últimos datos oficiales publicados, el desempleo en España prácticamente dobla la media de los países de la Unión Europea. La situación anterior muestra un conjunto que, lejos de invitar al aplauso, exige una reflexión profunda sobre los desafíos laborales que siguen pendientes en la agenda política española, como los de reducir la excesiva dependencia del sector turístico, compensar la estacionalidad, aumentar la productividad, incrementar los salarios medios y garantizar estabilidad laboral a los jóvenes. A día de hoy, estos retos están lejos de lograrse.
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