El miedo
A la última ·
Los hombres y las mujeres del tiempo han aterrorizado a mi suegra una vez másHa vuelto a pasar. Los hombres y las mujeres del tiempo han aterrorizado a mi suegra una vez más. Como todos los veranos, ha bastado ... el sintagma ola de calor para que mi suegra se haya quedado hipnotizada ante el televisor, sudando a los 45 grados que anunciaba la meteoróloga, aunque hiciera 38. Pero a ella le da lo mismo porque no le importa el tiempo real, sino el tiempo televisado y cuanto más dramáticamente se cuente, mejor. El miedo como resorte para captar audiencias, espantar y vender.
Lo del tiempo televisado, al menos, es un drama inocente. Los meteorólogos te asustan, pero luego no hacen publicidad de abanicos. Lo malo llega cuando escuchas la radio, ves la tele o entras en internet y te acongojas con los anuncios de la DGT contraponiendo la vida y la muerte, mostrando las terribles consecuencias de haber bebido. Después escuchas un aviso de que tu casa va a ser okupada de un momento a otro si no instalas una alarma. Lo siguiente es la publicidad de un seguro médico que da a entender que o te apuntas o padecerás una enfermedad sin remedio.
El Gobierno quiere acabar con esa publicidad que nos mete miedo y exigirá aportar datos rigurosos que justifiquen el terror. En la radio, presentan la okupación como si en mi edificio solo faltara yo por ser okupado. No está bien amenazar y crear psicosis para convencer y mucho menos para vender. Pero ahí llega mi suegra. «No salgáis de casa que va a hacer 45 grados», nos avisa. Le pongo El Tiempo. «45 en el valle del Guadalquivir y nosotros estamos en el valle del Tajo», razono. Pero ella no atiende a razones, sino a emociones. «Déjate de valles y quédate en casa», ordena. El miedo es libre y mi suegra, también.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.