Diluvio universal
Podemos utilizar la técnica del avestruz oasumir que algo hay que hacer para no cargarnos el planeta a costa de perder cierto grado de comodidad
No deja de ser curioso y tiene su aquél, desde luego. Los avances científicos rozan lo inimaginable hace un par de décadas. Tenemos a mano, ... casi como un elemento de nuestra cotidianeidad, la Inteligencia Artificial generativa, la computación cuántica, el metaverso, la posibilidad de detectar algunos tumores a través del aliento o prevenir la esquizofrenia en familiares directos a través del habla. La investigación no ceja en su empeño de brindarnos desarrollo y hacer más cómoda nuestra existencia. Sin embargo, a pesar de contar con modelos de predicción cada vez más fiables, es incapaz de prevenir episodios de comportamiento extremo de la Naturaleza, recordándonos que, a pesar de tamaño progreso, nuestra existencia sigue siendo frágil.
Las explicaciones por parte de l a Aemet de la ingente tromba de agua caída el jueves sí deben, como mínimo, hacernos reflexionar: «Una vaguada de aire frío excepcional, muy localizada y de muy difícil pronóstico», razonaban, que contrasta con un Mar Cantábrico sobrecalentado, quien arroja una notable cantidad de vapor a la atmósfera, posteriormente devuelto en forma de diluvio. Acabáramos.
Hasta ahora, hablar de cambio climático y calentamiento global nos resultaba ajeno, propio de otras latitudes, pero no del Cantábrico, donde seguimos disfrutando de suaves registros y el calor se soporta con dignidad –cada vez, menos–. Sin embargo, ni el fuego se detiene en Camaleño, ni el calentamiento del mar se ciñe al Mediterráneo. Está aquí y forma parte de los desafíos a los que las diferentes administraciones deben hacer frente si quieren conservar algo de lo que nos queda. En casa no nos falta faena: el Castruco de la Arnía, el Bosque de las Secuoyas en Cabezón, acatar que las Zonas de Bajas Emisiones resultan beneficiosas para la salud… . Podemos utilizar la técnica del avestruz, abanderar el desarrollo económico y negar la evidencia científica, o asumir que algo hay que hacer para no cargarnos el planeta, a costa de perder cierto grado de comodidad. Por ahora, lo primero hace ganar elecciones y lo segundo provoca perderlas. Espero que para cuando nos demos cuenta de la realidad no sea demasiado tarde.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión