Gema Igual, un verano muy movido
El intenso debate político en la capital encadena todo tipo de asuntos, unos más trascendentes que otros, pero el conjunto genera mucho ruido mientras las encuestas refuerzan la mayoría de la alcaldesa
Para ser agosto, el mes vacacional por excelencia en casi todos los sectores, incluso cuando la política nacional y la regional se toman un cierto ... respiro, el debate en torno al Ayuntamiento de Santander y su alcaldesa, Gema Igual, ha sido un interminable catálogo de asuntos de naturaleza muy diversa y trascendencia variable. Los ha habido con componentes sentimentales, como la propuesta socialista de hacer de 'Santander, la marinera' el himno de la capital, una buena idea que ya resultó fallida hace una década, entre otras cosas por el desinterés del compositor de la ya famosa habanera, Chema Puente, recientemente desaparecido, o la denuncia del estado ruinoso de los galeones de Vital Alsar. Otros muchos temas cubren el examen de la gestión municipal, desde la suciedad y las ratas al retraso en la redacción del Plan General de Ordenación Urbana o el tan orquestado rechazo al aparcamiento de autocaravanas en Mataleñas que hasta los activistas propalestinos ondearon sus banderas en la nutrida protesta ciudadana. También el flamante delegado del Gobierno, Pedro Casares, en ese nuevo estilo promovido por el PSOE, que ha convertido lo que siempre fue un cargo de perfil institucional en un potente portavoz contra los adversarios políticos, entró en campaña para culpar a las obras municipales de las inundaciones causadas en Santander en la reciente tromba de agua. Las obras retrasadas en el frente marítimo, la deteriorada duna de Zaera, las carencias en los barrios, la polémica sobre los días festivos en Santander, el 'tasazo' de las basuras, el turismo masivo y la vivienda escasa… son otros asuntos que han subido al candelero político municipal durante el verano.
Desde noviembre de 2016, cuando sucedió en la Alcaldía santanderina a Íñigo de la Serna, nombrado ministro de Fomento por Mariano Rajoy, hasta las últimas elecciones municipales en mayo de 2023, Gema Igual gobernó en precario y enfrentó serios problemas como el fallido MetroTus, la mala calidad del servicio de limpieza, que además toda la oposición quería investigar, o la ausencia de Presupuestos, pero a la hora de la verdad, la regidora se impuso en la pugna política, con ese estilo de pocas concesiones a los adversarios propio de Isabel Díaz Ayuso, aunque entonces sin la poderosa mayoría de la presidenta madrileña que después logró en los últimos comicios de una manera sorprendente para muchos, incluso en el propio PP. La cercanía con los electores de una alcaldesa omnipresente fue determinante para imponerse en la competencia frente a los demás candidatos, muy poco conocidos. Con esa potencia electoral, Igual se ha hecho un hueco muy visible en la elite nacional del PP, como se ha visto en el último congreso que ha consagrado a Alberto Núñez Feijóo.
En esta legislatura, Igual ha ensayado una relación más calmada o condescendiente en el debate de asuntos recientes como el callejero franquista o la procesión del Carmen, pero la sucesión de polémicas ha vuelto a crispar el clima político. Uno a uno, los temas en discusión de este verano no tienen la importancia de los que se produjeron en el pasado, salvo el de la suciedad y las ratas que transmiten al ciudadano la sensación de abandono, pero el conjunto genera mucho ruido.
Los grupos de la oposición mantienen que el talante de la alcaldesa es tan autoritario o intransigente como lo ha sido siempre. Por el contrario, en el entorno de Igual sostienen que cuando las protestas o reivindicaciones tienen algún sentido, como en lo que se refiere a la restauración de los galeones de Vital Alsar, siempre termina habiendo margen para el entendimiento, mientras que en aquellos en los que creen que al equipo de gobierno le asiste la razón, se procede con mayor firmeza. Es el caso del aparcamiento de autocaravanas, en el que la alcaldesa ha recuperado el tono desafiante de antaño para anticipar que el proyecto tapará muchas bocas críticas.
Mientras la discusión se enzarza en Santander, Gema Igual supera el ecuador de la legislatura con buenas perspectivas y, tras unos días de vacaciones familiares, se dispone a echar el resto en lo que queda de mandato al frente de su equipo, digamos, desigual. La misma encuesta que acerca al PP de Cantabria y a su líder, María José Sáenz de Buruaga, a la mayoría absoluta de 18 escaños, de los 15 actuales a 16-17, otorga a Gema Igual una mayoría más holgada, de 14 a 15 concejales. Otros sondeos apuntan resultados similares. Mientras, los grupos de la oposición esperan que la deficiente gestión y los muchos votos de la abstención despojen a la desgastada alcaldesa del poder municipal.
En las elecciones de 2027, Igual puede tener varios adversarios reincidentes: Daniel Fernández (PSOE), Felipe Piña (PRC), Keruin P. Martínez (IU), a la espera de Vox, que tiene como actual portavoz a Laura Velasco, designe un candidato/a. No obstante, las opciones de producirse un cambio político en Santander mediante un pacto múltiple son mucho más escasas que cuando casi se materializa en 2019.
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