Un nuevo PRC

Atrás queda una campaña en la que ambos se han esforzado en buscar apoyos y promover la participación de las bases. Ha sido una campaña ejemplar, con propuestas en positivo por ambas partes, y alejada de la confrontación y la descalificación del oponente que han protagonizado otras formaciones políticas en similares lances. Incluso los otros dos aspirantes que se quedaron por el camino, Javier López Estrada y Guillermo Blanco, han mantenido un perfil bajo durante estas semanas, igualmente positivo para el futuro del partido. Si no fue posible la candidatura única, al menos sí ha sido factible una campaña que no agravase las heridas que por sí mismo el proceso ya ha provocado.

El pronóstico sobre el resultado de la votación es incierto, y el nivel de participación preocupa. No hay precedentes en la historia del PRC, y todo lo que sea aproximarse a los 2.500 o 3.000 votos emitidos se consideraría un éxito. Una cifra inferior resultaría un fracaso del proceso, amén de un débil aval para el vencedor o vencedora.

Si se impone Paula Fernández, habrá refrendado el respaldo de la Ejecutiva con el de la militancia, y con esos apoyos estaría legitimada para, incluso, aspirar en su día a la secretaría general. Si, por contra, vence Pablo Diestro, el resultado supondrá una enmienda al criterio de los 'nobles', una especie de moción de censura por parte de las bases al órgano que ha tutelado el proceso, y dirigido la política interna y externa del Partido Regionalista durante los últimos años. En suma, una ruptura total con el revillismo. En cualquier caso, a partir de mañana será un nuevo PRC.