Langrán
Una voz que parece provenir del gallego para la vagancia y que en su uso cántabro ha modificado notablemente su significado
Hasta dos colecciones léxicas sobre montañesismos, unas de 1983 y otra de 1991, recogen 'langrán, langrana' como 'irónico, irónica'. También el adjetivo 'langresta' como 'astuta, ... artera'. Seguro que a muchos de ustedes les suena más a chino que a montañés, y encima Adriano García-Lomas, el investigador clásico, desconoció tales voces, pero por fortuna Internet ayuda a los amantes de los signos lingüísticos. Resulta que el Diccionario de la Real Academia Galega define 'langrán' como 'de corpo alto e forte, pero pouco amigo de traballar. O moi langrán pasa o día estomballado. Non fai branca en todo o día, éche un langrán'. Así pues, en la comunidad gallega 'langrán' es un insulto o vituperio chistoso, que viene a significar el vago irrecuperable. 'Gandul' y 'holgazán' son versiones apropiadas en castellano.
El Instituto da Lingua Galega ofrece unos sinónimos de magnífica sonoridad: loubán, nugallán, preguiceiro, calaceiro, furaolas, lampantín… En todo caso, 'langrán' parece más bien una voz gallega importada y que no significa 'irónico' sino 'perezoso', aunque los imaginativos pueden alegar que el perezoso lo es por motivos filosóficos, albergando una visión irónica sobre los vanos trabajos del ser humano, que muchas veces son empeños de Sísifo. La pereza siempre fue moza escéptica.
En diccionarios más antiguos del gallego al castellano, 'langrán' llega a ser «hombre alto, macilento, lleno de harapos»; o bien «hombrón, grandullón desmañado, desidioso»; o también «gansarón, zangarullón». 'Gansarón' viene de 'ganso' y 'asarón' y en su segunda acepción la RAE lo da como «hombre alto, flaco y desvaído». Acaso estamos aquí ante un prejuicio sobre fenotipos, que toma a los altos como perezosos y a los bajos como bulliciosos. Claro que esto sería antes de la NBA. A su vez 'zangarullón' viene de 'zangón', que se refiere al «muchacho que estando ya en edad de trabajar se dedica a holgazanear».
Al preguntarse uno cómo habrá adquirido esta voz 'langrán' el rasgo semántico de la ironía, hay que recordar que la relación entre significado y significante es arbitraria, y que por ende podemos reutilizar una secuencia sonora para sentidos divergentes de los originariamente recibidos. El sonido se abraza a otro sentido.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.