Piquíos, poyas y samios
Palabras en el olvido ·
De la proa panorámica a la carcoma del maíz, el pago en especie en los hornos públicos y un samio que no era como Pitágoras o Epicuro.Piquío es un emblema turístico de Santander. Peñasco adelantado que en pleamar divide playas Primera y Segunda, para volver a sumarlas en bajamar, es notable ... mirador panorámico. Informa el Ayuntamiento que sus jardines se crearon en 1925 sobre la roca llamada 'del Piquillo'; un pico pequeño. Pero por entonces, García-Lomas, en su léxico montañés, recogía que, en Iguña, Buelna y Anievas, 'piquío' era la carcoma del maíz, es decir, escarabajos que se ganan su pan metiendo el piquillo en el de otros. En ulterior edición, Buelna desaparece y la víctima es el maíz 'almacenado'. Habría además una remisión desde esta entrada a las voces 'samio' y 'poya'. El samio siempre había sido, en dos siglos de diccionarios académicos, el natural de la isla de Samos, como Pitágoras, Epicuro o Aristarco. Mas en García-Lomas era «enfermedad del maíz», vocablo derivado de «samia: género de insectos coleópteros». Una relación más espesa resultaba la de 'poya': en Pas y Riomiera, «polvillo escamoso que se desprende del maíz». En el 'Diccionario de Autoridades' (1737) era, en cambio, «derecho que se paga en pan en el horno común», y de ahí 'horno de poya' y 'pan de poya' (y por ello 'poyar' era 'pagar la poya'). Esta 'poya' vendría del griego 'apódeixis', prueba; pero no demos esto por apodíctico.
Siendo la lengua un ordenado desorden, desde 1900 asoma otro sentido castellano de «poya»: residuo formado por las gárgolas del lino, una vez machacadas y separadas de la simiente. Que la 'gárgola' era la simiente del lino se remontaba ya a Nebrija, para confusión de las catedrales. Esta noción de 'poya'=residuo se utilizó en la Montaña (también lo acoge Juan Sierrapando en 1920) para 'escamilla de la panoja y del pico del grano de maíz', y harina o polvo que quedan en la triguera o criba al zarandear el maíz y las alubias. En Campoo, algo totalmente distinto: estaquita clavada en el suelo para colocar cada bolo. Use usted, pues, 'poya' en montañés metafórico como le plazca: era una palabra más liberal que Keynes. Con Piquío y los samios, por contra, sea convencional: los escarabajos digitales acechan.
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