El próximo lunes comenzamos septiembre. En cierto modo se baja el telón del verano de terrazas y azoteas, muchos trabajadores acaban las vacaciones, si bien ... las fiestas de la Bien Aparecida, en Cantabria, y San Cipriano, en Torrelavega, representan la clausura real. La prolongación septembrina, con su luz especial, hace más suave la entrada del otoño. Pero la incorporación de los estudiantes estos días a las aulas, más temprano que años atrás al no haber exámenes en septiembre para los rezagados, nos instala en las coordenadas de lo cotidiano. Y es ahora cuando nos planteamos qué proyectos tenemos ante el nuevo curso, utilizando el lenguaje del calendario escolar. Hay quienes no saben qué hacer con el tiempo libre, muchos que estrenan la justa jubilación después de su vida laboral. Hay tantas posibilidades en Torrelavega. Les propongo algunas, aleatoriamente.
Los cursos que ofrece Calima y Unate, los Talleres del Ayuntamiento (circo, folclore…), sumarse a una de las cuatro agrupaciones corales o de danza, iniciarse en el lenguaje musical o de un instrumento en el Conservatorio, apuntarse a un club de lectura, introducirse en la cocina, comenzar a manchar lienzos y trazar líneas en la Escuela de Arte, el aprendizaje de ese idioma que siempre quisimos hablar en la Escuela de Idiomas, colaborar en alguna ONG o asociaciones solidarias o conservacionistas… Pueden ser asignaturas pendientes, aquellas situaciones que no pudimos o supimos aprovechar en su momento y que dejaron un hueco en nuestras vidas. Por qué no intentarlo ahora. Muchas no llevaron remedio. Otras, pueden recuperarse. También puede profundizarse en los temas que nos interesan. Recordemos aquel lema: no te conformes con lo que sabes. Y no olvidemos, crean ciudadanía, tejido social y económico.
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