Mi generación, los que nacimos en la década de los cincuenta, vivimos con el paisaje sonoro de fondo de las radios. Se oían a través ... de las ventanas de todas las casas. Noticias, canciones, radionovelas… En la adolescencia y primera juventud, la generalización de la televisión amplió el campo de la información con la imagen. Tanto en un medio como en otro, la publicidad ocupaba un amplio espacio y por lo general era raro que la que se emitía por la radio fuese de ámbito nacional (Cola Cao como ejemplo), se restringía a comercios y actividades locales. En nuestra ciudad sólo estaba Radio Juventud de Torrelavega y en su programación, salvo el parte y poco más, las referencias eran de proximidad. Estoy seguro de que se acuerdan de algunas de las campañas publicitarias de aquellos años: «En invierno y en verano, Calzados Campuzano», «Quien calcula, compra en Roan», «Coronas y ramos, flores Pisano», «Aliméntese mejor, productos vegetarianos, Ultramarinos El Sol», «El aldeano tiró la piedra…»… La voz familiar de los locutores acercaba aún más la relación entre dueños y empleados y sus clientes, ese vínculo, memoria de un tiempo, que tanto prestigió al comercio torrelaveguense. El desembarco de las emisoras generalistas, las desconexiones obligadas y la publicidad de las grandes marcas han reducido las campañas locales. Sucede algo parecido con los logos de los comercios. La invasión de las franquicias provoca que sea más probable ver bolsas con el nombre de la marca que hay en todas las ciudades que el de la tienda que está en una calle cercana. Muchos logos han quedado en la memoria como parte del paisaje cotidiano. Algunos sobreviven en paredes y viejos letreros. Otros, felizmente, tienen plena vigencia. Estas palabras 'Al hilo de las días' me las provocó una furgoneta de reparto del Horno San José con su característico logo.
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