Las metas de Cantabria
Hay margen para acelerar la ejecución de proyectos y llegar al final de la legislatura con buen balance
La legislatura que comenzó tras las elecciones de finales de mayo de 2023 ha superado su ecuador. En algo menos de dos años, los cántabros ... volveremos a las urnas para elegir a los diputados que deberán nombrar un nuevo Gobierno y también se deberán renovar los consistorios de los 102 municipios de la región. En los más o menos 19 meses que restan de acción de Gobierno, en todos los niveles, hay margen para acelerar la ejecución de proyectos y llegar al final de la legislatura con buen balance.
El pasado domingo, 14 de septiembre, El Diario Montañés ofreció una lección de buen periodismo al publicar un informe sobre los cincuenta retos para acabar la legislatura. Medio centenar de metas que deberían estar alcanzadas al final de los cuatro años de gobierno. Entre las más importantes, destaca la agilización de los trámites para poner suelo edificable a disposición de los promotores y la agilización de los trámites burocráticos que frenan el desarrollo de nuevas construcciones. En este tema el tiempo es oro y por ello es urgente que, además de las disposiciones ya tomadas, se acelere la entrada en vigor de otras.
En Cantabria es urgente poner en el mercado de la compra y alquiler miles de viviendas y hacerlo en el menor plazo posible. Las trabas para habilitar suelo, la falta de iniciativa pública para ofrecer casas en alquiler a precios asequibles, unida a la fuerte demanda de pisos turísticos, ha derrumbado la oferta con la consecuente elevación de los precios. El presidente de los promotores ha dicho, con claridad, que la solución pasa por ofrecer suelo y agilizar permisos. Y para ambas cosas no se necesita invertir dinero público.
La promesa de que el área industrial y logística de La Pasiega esté operativa en esta legislatura aún es posible cumplirla, pero será preciso acelerar los trabajos porque a día de hoy uno de los elementos esenciales, la llegada del ferrocarril, aunque está aprobado, no se ha firmado el convenio con ADIF y eso puede retrasar la puesta en funcionamiento de uno de los grandes proyectos de los últimos años en Cantabria.
Otros asuntos de peso siguen pendientes. Del gran centro universitario de Comillas, que atraería miles de estudiantes del idioma español, principalmente chinos, tan sólo queda un centro universitario adscrito a la Universidad de Cantabria. Resta por restaurar el ala oeste del Seminario Mayor y siguen pendientes de destino el resto de inmuebles del antiguo seminario, aquella 'fábrica de curas' que situó Comillas en el mapamundi. La obra para restaurar y adecuar el inmueble del Seminario Mayor supuso una importante inversión y ahora procede utilizar ese inmueble.
Uno de los logros del ejecutivo de Sáenz de Buruaga ha sido la aprobación de la Ley de Simplificación Administrativa. Quienes más se benefician de ese paso adelante dicen que falta el desarrollo de la misma, para que se perciban las ventajas que ofrece ese nuevo texto legal.
A la hora de presentar el balance, allá por abril del año 2027, el gobierno del PP tiene bazas de peso para jugar. Podrá inaugurar, si no surgen problemas, el nuevo MUPAC en Puertochico y verá también como Cantabria se enriquece con la apertura del museo Faro Santander, en el edificio del Banco Santander. También estará terminado el Centro Asociado al Museo Reina Sofia/Colección Lafuente, lo que reforzará la oferta cultural de Cantabria. A ello se podrá sumar la metamorfosis del edificio de La Lechera en Torrelavega en un centro de arte y cultura.
En el análisis global de este balance a mitad de legislatura, se percibe una realidad: los problemas más importantes para el futuro de Cantabria siguen en manos del gobierno de España. El avance de las obras del AVE Palencia/Reinosa es muy lento y con problemas que aún no se han solventado. Del tren Santander-Bilbao sólo se sabe que se acometerá la obra del tramo Castro-Urdiales Bilbao, pero del resto nada. Respecto a la autovía Aguilar de Campoo-Burgos las noticias son pesimistas, ya que una obra que debería estar en servicio avanza con una insultante lentitud.
La pésima situación de los trenes de Cercanías no ofrece novedades optimistas, por el contrario, el Ministerio no asistió a la Mesa del Ferrocarril, una verdadera bofetada a los cántabros y un desprecio que merece respuesta. Respecto a la entrada en servicio de los nuevos trenes, el Ministerio insiste en no informar sobre el estado de su construcción en Guipúzcoa; otro desprecio a nuestra comunidad que merece una respuesta contundente por parte del Gobierno regional, porque ya es evidente que la educación, la cortesía y la buena voluntad no encuentran paralelismo con el Gobierno de España.
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