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Un café

El hueco que nos queda

Marta San Miguel

Santander

Jueves, 19 de junio 2025, 07:10

La pasada semana, una amiga y su marido salieron a cenar en Santander. Viven cerca de un hotel donde su servicio de restaurante es una ... opción socorrida a última hora. Eso hicieron esa noche. Sin embargo, por primera vez, no les dejaron sentarse. Las puertas de la cafetería del hotel dan a la calle y el local siempre está lleno de gente que pasea por el centro y entra a consumir en ese espacio durante todo el día. Pero esa noche, las mesas que quedaban vacías, les dijeron, solo las podían usar los huéspedes que se alojaban allí. Y a ellos, que son vecinos y clientes desde hace años, no pudieron sentarse. Sorprendidos, abandonaron el local. El hotel es un lugar privado, una empresa que gestiona sus recursos y su negocio como quiere, pero la anécdota que me contó mi amiga me dejó pensando hasta qué punto los espacios donde convivimos se están llenando de turistas y cómo esto nos está dando codazos para hacerse hueco y asentarse.

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