Absentismo: lastre del norte
El absentismo laboral en País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia se ha convertido en un problema estructural que amenaza la competitividad y la cohesión social ... de estas comunidades. Según los últimos datos, las tasas superan el 8% en algunos sectores, por encima de la media nacional situada en el 7%. Esto significa miles de jornadas perdidas cada año, con un coste económico estimado de cientos de millones de euros y un impacto directo en la productividad.
Las causas son complejas. Una parte responde a problemas de salud reales, en especial vinculados a enfermedades crónicas y envejecimiento de la población activa. Pero otra parte —no desdeñable— obedece a una cultura laboral permisiva y a un sistema que, en ocasiones, no diferencia con claridad entre el derecho legítimo a la baja y un uso abusivo del mismo.
El absentismo crónico no solo deteriora las cuentas de las empresas; también sobrecarga al resto de trabajadores, dificulta la prestación de servicios públicos y erosiona la imagen de nuestros mercados laborales. En un contexto en el que las regiones del norte ya afrontan retos como el declive demográfico y la transición industrial, esta sangría de horas laborales es insostenible.
La solución exige una estrategia integral: mejorar la prevención y la salud laboral, reforzar los mecanismos de control de las bajas, incentivar la reincorporación temprana y, sobre todo, fomentar una cultura de corresponsabilidad entre empresas y trabajadores. La tecnología puede ser una aliada, permitiendo mayor flexibilidad y adaptaciones que reduzcan el absentismo sin penalizar derechos.
Si no abordamos este problema de forma decidida, el absentismo seguirá siendo un lastre silencioso, restando fuerza a la recuperación económica y alejándonos de la competitividad que el Norte de España necesita para prosperar en el nuevo ciclo económico.
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