Stiglitz: economía y justicia
El nombramiento de Joseph E. Stiglitz como Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) constituye un reconocimiento a la obra de ... uno de los economistas más influyentes y comprometidos del último medio siglo. Galardonado con el Premio Nobel de Economía en 2001, junto con George Akerlof y Michael Spence, Stiglitz revolucionó la disciplina al demostrar cómo la información imperfecta y asimétrica altera radicalmente el funcionamiento de los mercados.
Sus investigaciones sobre selección adversa y riesgo moral revelaron que los mercados financieros, de seguros o de crédito, no operan bajo las condiciones de eficiencia que la teoría neoclásica asumía. Este hallazgo abrió un campo fértil en la teoría de la información y tuvo repercusiones directas en el diseño de políticas públicas, legitimando el papel del Estado para corregir fallos de mercado, garantizar estabilidad y promover una mayor equidad.
Stiglitz no se ha limitado al ámbito académico. Como economista jefe del Banco Mundial y presidente del Consejo de Asesores Económicos del presidente Bill Clinton, ejerció una influencia decisiva en debates sobre desarrollo económico, políticas fiscales y regulación internacional. Sin embargo, sus diferencias con las políticas del Fondo Monetario Internacional y su crítica al llamado 'Consenso de Washington' lo situaron como una voz disidente en defensa de un modelo de globalización más preocupado por los objetivos de desarrollo sostenible, como la pobreza y el medio ambiente. En definitiva un modelo inclusivo y justo.
El doctorado honoris causa otorgado por la UIMP no solo premia la brillantez teórica de Stiglitz, sino también su compromiso ético y político. Su figura encarna la convicción de que la Economía, lejos de ser una ciencia neutral, debe ponerse al servicio de la sociedad y contribuir a construir un futuro más equitativo y sostenible.
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