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Hoy España es la economía que más crece de la zona euro (el 2,5% en 2025 según el FMI, triplicando el crecimiento de la ... UE), para nuestro país el Fondo pronostica un descenso significativo del déficit público, una caída de la tasa de deuda pública por debajo del 100% del PIB para el año que viene cuando hace cuatro años superaba el 120%, y un mercado de trabajo que supera los 22 millones de trabajadores y trabajadoras de población ocupada, cifra nunca alcanzada en nuestra historia.
Vemos cada día cómo nuevos indicadores económicos respaldan las decisiones que los socialistas, de la mano de Pedro Sánchez, tomamos desde el Gobierno de España.
Es un hecho cierto que nuestro país crece a pesar de la adversidad y que, si lo hace, es gracias a la anticipación y la audacia de las decisiones que toma quien está al frente de nuestro país en escenarios inesperados como la crisis del covid, la guerra de Ucrania, la invasión en Gaza o ahora la guerra arancelaria de Trump, como hace el PSOE.
Pero las decisiones que tomamos en materia económica no son de por sí suficientes para asegurar que la calidad de vida sea la mejor para los españoles y las españolas, por eso es fundamental reclamar cada día avances, decisiones, derechos y acuerdos que promuevan mejoras en la calidad laboral y salarial de los trabajadores y las trabajadoras.
Hoy como siempre, el papel de los sindicatos es fundamental para dar voz a cada desafío, lo vemos en Cantabria, con acuerdos que han permitido avanzar a las plantillas gracias a las propuestas que el PSOE ha impulsado y son visibles ya en Gamesa-Siemens, SEG Automotive o Solvay, entre otras. Pero cada meta superada no hace más que señalar la siguiente, y es ahí donde se evidencia la debilidad del PP en el Gobierno de Cantabria.
La falta de sensibilidad del Partido Popular se ve en cada reivindicación de los trabajadores y trabajadoras de la sanidad o la educación pública en Cantabria, o la soledad y falta de apoyo institucional que padecen los trabajadores y trabajadoras de Bridgestone o del metal. Escenarios de conflictividad laboral que certifican la falta de liderazgo y compromiso de la presidenta Buruaga, o de acierto y acuerdo de los consejeros de sanidad, educación e industria.
Desde el Partido Socialista, no me cansaré de defender y reivindicar la necesidad de reforzar nuestros servicios públicos, que aseguran calidad en la atención de la ciudadanía de Cantabria y que sin duda son garantía de igualdad de oportunidades.
Pedro Sánchez por su parte, desde el Gobierno de España, avanza en acuerdos claves con patronal y sindicatos como la reducción de la jornada laboral, la subida de las pensiones o el alza del salario mínimo interprofesional que lejos de ser lastre para la creación de empleo como en su momento criticó la derecha, son hoy hechos determinantes en la mejora de la calidad de vida de cada familia en España y en Cantabria.
Adelantarse a los acontecimientos, tomar decisiones… la audacia es de nuevo la clave del acierto de Pedro Sánchez ante el reto inaudito de los aranceles de Trump.
España actúa, por un lado, con inversión pública que garantice estabilidad a las empresas y las industrias afectadas, y por otro siendo fiel aliado de la Unión Europea como llave de nuevos acuerdos comerciales con potentes socios como los países asiáticos.
El paso del tiempo no garantiza el progreso. En España y en Cantabria lo sabemos bien.
Muchos gobiernos del Partido Popular gestionaron crisis económicas dejando que todo pasara, debilitando lo público, empobreciendo a las familias y destrozando el tejido productivo… frente a aquellos desmanes, hoy España es un país referente que se adelanta y que obtiene el aval de los resultados positivos de una política económica audaz y una política laboral ambiciosa que persigue la máxima que explicábamos en la gestión de la pandemia; salir adelante, sin dejar a nadie atrás.
En una nueva cita con el primero de mayo, con el día internacional de los trabajadores y las trabajadoras, permitidme mostrar mi orgullo de militancia en el PSOE, el partido que en nuestro país ha abrazado cada reivindicación laboral, trasformando nuestra sociedad para mejorar Cantabria y toda España.
Ese orgullo me ha llevado a las calles de Santander para unidos reivindicar los avances pendientes y las soluciones necesarias a los retos del mercado laboral y las condiciones laborales de nuestra gente, de los nuestros, de aquellos como yo, y como tantos de nosotros y de nosotras que ven en la 'O' de nuestras siglas la esperanza de una vida siempre más digna para las generaciones que vienen y que toman el testigo de nuestro futuro.
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