Santander y el son de su habanera
Incluso en lo más evidente, la discrepancia se asoma si se pisa el resbaladizo suelo de la política. De dominio público, y resignados a convertirlo ... en normalidad, es el hecho de que las propuestas se aprueban o rechazan según el color político de su origen, no de su verdadero valor o beneficio. Es el caso de la moción que el concejal socialista Daniel Fernández presentó en el pleno municipal santanderino para declarar la canción 'Santander la Marinera', compuesta por Chema Puente, como himno oficial de Santander «por su arraigo popular, valor simbólico, contenido identitario y representación fiel de la historia, la cultura y el carácter de nuestra ciudad».
Es difícil encontrar argumentos en contra de esta iniciativa. La canción ya ha conquistado el corazón de los santanderinos, se ha enredado en su memoria y sigue devolviéndola a las calles en cada racha de nordeste que ventila nuestras vidas. Pero en los despachos municipales el aire no circula y sigue viciado. Que si se ha hecho sin consenso, que si no hay normativa y el reglamento municipal no lo contempla, que si no ha pasado por los trámites reglamentarios ni se ha realizado un debate anterior… Total, que el himno de Santander continuará siendo oficioso, alejado de actos ceremoniales, pero espontáneo, popular y acaso más libre y con más fortaleza para honrar la brisa y la Luna de la bahía, el hablar cantarina, el tendal de ropa blanca y el jilguero en el balcón.
El rechazo del pleno santanderino también es una lección para esquivar la dinamita en las entrañas y el viento sur enloquecido que a veces sopla en nuestro ánimo. Qué poco hubiera costado presentar la propuesta entre todos. Espero que esa lección nos lleve a la unanimidad para que Chema Puente reciba la medalla de oro de la ciudad. El son de su habanera ya tiene su reconocimiento en la mágica red invisible.
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