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'Jujutsu Kaisen: Ejecución'. LP

La explosión 'anime': Marvel lo tiene crudo

Marvel y DC ya pueden ponerse la pilas. La cultura oriental, el fenómeno otaku, está reventando las listas de lo más visto. Y esto es solo el principio del cambio de una era en los gustos del gran público

Jueves, 20 de noviembre 2025, 00:18

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Colóquese bien las gafas, quien las necesite. Agárrese bien la montura y séquese el sudor de la frente. Suspire si es necesario al observar las cifras de taquilla de los últimas semanas en las salas de cine. No están siendo muy halagüeñas, pero están señalando un claro cambio en los patrones de comportamiento de las nuevas audiencias. El cine español se defiende bien, con varias películas en los primeros puestos del ranking de lo más visto. 'Los domingos' y 'La cena'siguen fuertes, pero a nivel global las ganancias están siendo bajas en comparación a anteriores ejercicios, acercándose peligrosamente a los números de la post- pandemia (pinchó la Fiesta del Cine). En está situación de incertidumbre han irrumpido con fuerza, con datos que corroboran la tendencia, títulos inesperados, sin apenas promoción que acaparan la 'pole position' durante el fin de semana. Su existencia no era digna de análisis, casi nadie se hacía preguntas sobre sus posibilidades, hasta que se han hecho fuertes y lucen sin rival en los primeros puestos de la lista de lo más consumido, con ingresos millonarios en todo el planeta. Son películas de anime, derivadas de las series que arrasan en las plataformas entre la chavalada, basadas, a su vez, en éxitos del manga, léase cómic japonés. A finales del pasado mes el primer gran campanazo los dio 'Chainsaw Man: La película: El arco de Reze'. El filme no necesitó una maquinaria publicitaria extrema para atraer a un público masivo. Los fans fueron en tromba a ver una propuesta que marca, definitivamente, el cambio de una era.

El fenómeno estalló después del verano con el estreno en salas de 'Guardianes de la noche: La fortaleza infinita', un título que ha amasado una recaudación millonaria que ha superado los 6 millones de euros tan solo en nuestro país. Los patios de butacas estaban hasta la bandera tras el paso por taquilla de miles de seguidores de la cultura otaku. Hay otros mundos que están en éste y pegan con fuerza. Los tiempos están cambiando, inexorablemente. También en el terreno audiovisual. Este mismo fin de semana ha sido número 1 el lanzamiento en cines de una temporada inédita de una serie de anime, 'Jujutsu Kaisen: Ejecución'. El evento ha llamado poderosamente la atención de su audiencia potencial, recopilando los momentos clave de la segunda temporada y el añadido, en exclusiva, los dos primeros capítulos de la esperada tercera sesión. Esta iniciativa rompetaquillas, por cierto, ha convivido en la cartelera del circuito de exhibición presencial con la presentación del capítulo 200 de 'La que se avecina', programado en salas selectas. En paralelo, ¿cuál es la película más vista en Netflix en 2025? 'La guerreras K-Pop', un producto pensado a mayor gloria del algoritmo que ha arrasado en la popular plataforma hasta el punto de que se ha convertido en una trituradora de récords de visualizaciones. Es un ejemplo de una idea arrolladora que se inspira en temas que calan en la nuevas audiencias, como la música k-pop y la fantasía con personajes adolescentes. Busca su propia voz, con un equipo coreano al servicio de EE.UU., donde se han puesto las pilas ante la evidente caída del género de superhéroes, cuyas cifras no son lo que eran y nadie parece evitar la sangría (incluso el 'Superman' de James Gunn, a pesar de defenderse bien, no ha alcanzado la cotas de antaño).

'La guerreras K-Pop', a día de hoy la película más vista en la historia en Netflix, vio la luz el pasado verano y no tardó en encandilar a espectadores grandes y pequeños. El fenómeno ha derivado en una clara ampliación de la recaudación a través del merchandising y productos derivados. No han tardado en aparecer conciertos no-oficiales para explotar aún más el bombazo. Algunas copias del filme han visitado las salas de cine a posteriori. La fiebre por las protagonistas de la aventura no ha hecho más que empezar. Es una marca mundial. 'Chainsaw Man: La película: El arco de Reze', por su parte, viene del manga homónimo, adaptado al formato serializado antes de arrasar estos días en la cartelera. Se invierte el viaje. Ya no es, necesariamente, en una sola dirección. El hit cinematográfico es una continuación del éxito de material de partida, pero no es la materia prima que da pie a muñecos, tebeos y demás maniobras de marketing que buscan una rentabilidad financiera.

'One Piece' y Crunchyroll

Series ya míticas, como 'Mazinger Z', 'Heidi' o 'Marco', marcaron a muchos adultos cuya descendencia disfruta de una explosión excepcional del manga y el anime. El triunfo en la pequeña pantalla de 'Dragon Ball', a finales de los años 90, y el lanzamiento de otros títulos en la misma línea, junto a la rompedora llegada a las salas de cine de la versión cinematográfica de 'Akira', piezas fundamentales para entender la entrada definitiva del fenómeno en nuestras fronteras, abrieron la puertas de la percepción a millones de lectores y espectadores, generando un fandom que aumenta exponencialmente. La oferta se amplía actualmente en los menús de entretenimiento bajo demanda. La era digital ha supuesto el espaldarazo definitivo para la difusión de la imaginería asiática. La mayoría de las películas y series coreanas que vemos en imagen real vienen de un cómic, de un webtoon (historietas en formato digital) o de algún proyecto de animación oriental: 'Alice in Borderland', 'Sweet Home', 'Ganibbal', 'Estamos muertos', 'The 8 Show'... La propia industria estadounidense, viendo las orejas al lobo, está tirando la casa por la ventana para hacerse con los derechos de algunos manga superventas, como 'One Piece', disponible en live action en Netflix para el deleite de sus seguidores. La adaptación no está nada mal y pronto llegará la nueva temporada.

Series ya míticas, como 'Mazinger Z', 'Heidi' o 'Marco', marcaron a muchos adultos cuya descendencia disfruta de una explosión excepcional del manga y el anime. El triunfo en la pequeña pantalla de 'Dragon Ball', a finales de los años 90, y el lanzamiento de otros títulos en la misma línea, junto a la rompedora llegada a las salas de cine de la versión cinematográfica de 'Akira', piezas fundamentales para entender la entrada definitiva del fenómeno en nuestras fronteras, abrieron la puertas de la percepción a millones de lectores y espectadores, generando un fandom que aumenta exponencialmente. La oferta se amplía actualmente en los menús de entretenimiento bajo demanda. La era digital ha supuesto el espaldarazo definitivo para la difusión de la imaginería asiática. La mayoría de las películas y series coreanas que vemos en imagen real vienen de un cómic, de un webtoon (historietas en formato digital) o de algún proyecto de animación oriental: 'Alice in Borderland', 'Sweet Home', 'Ganibbal', 'Estamos muertos', 'The 8 Show'... La propia industria estadounidense, viendo las orejas al lobo, está tirando la casa por la ventana para hacerse con los derechos de algunos manga superventas, como 'One Piece', disponible en live action en Netflix para el deleite de sus seguidores. La adaptación no está nada mal y pronto llegará la nueva temporada.

La expansión de la cultura asiática es imparable. Las nuevas generaciones se sienten sumamente atraídos por un fenómeno que, lejos de perder fuerza, crece sin parar. La moda ya es una realidad que ha venido para quedarse. El nicho ha pulverizado sus límites, quizás debido al deseo de las nuevas generaciones de perderse en paraísos artificiales renovados, vinculados a estímulos culturales o la propia búsqueda de una identidad en la adolescencia, huyendo de una realidad que cada vez parece interesar menos a la juventud actual, enganchada a Internet, las redes sociales, los videojuegos y el anime. El fenómeno otaku, la pasión por la cultura popular oriental en todas sus facetas, está viviendo otro tirón indudable en Occidente, en parte gracias al auge de la oferta del entretenimiento en streaming y nuevos títulos con tirón en el ámbito del manga, como 'Tokyo Revengers' o 'Haikyuu!!'. Algunas plataformas seguidas por el público joven son Crunchyroll, JonuPlay, Anijapan, Yomvi, Rakuten-Viki o Iqiyi... A quienes peinan canas probablemente estas compañías no les suenan de nada.

No necesitan estrellas de Hollywood ni una animación sofisticada para ganarse a su target. Las producciones orientales marcan un futuro en el cual Marvel y DC, estandarte del entretenimiento mainstream, están perdiendo fuerza. El cine de superhéroes sigue siendo rentable, pero no lo está pasando bien, al igual que ocurriera con antelación con los cómics de venta en librerías y tiendas especializadas. Las modas se apagan, cambias los gustos y el consumo social. La financiación del anime tiene claro sus pilares: televisión, merchandising y editoriales. Viene a ser lo mismo de siempre, pero las sinergias se explotan de una manera más orgánica. A los beneficios de la taquilla hay que sumar la de todos los productos derivados, y viceversa. La estructura no es innovadora pero sí su filosofía y ferviente acogida. 'Chainsaw Man: La película: El arco de Reze', una virguería visual, alcanzó los 108 millones de recaudación en todo el mundo en su primer fin de semana de estreno, señalando el rumbo. Un certero boom.

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