Pedro Pascal, la esperanza de Hollywood
El actor de origen chileno se ha convertido en la última gran estrella de la fábrica de sueños
Todos los caminos conducen a Pedro Pascal. Cualquier itinerario virtual nos lleva hasta su rostro maduro de barba rala. Porque el actor de Hollywood no ... es otro joven prometedor, sino un intérprete curtido que tras dos décadas de trayectoria profesional ha alcanzado el estrellato. Pero es ahora, a los 50 años, cuando saborea un éxito que lo ha vuelto ubicuo. Las redes aparecen repletas de 'talking shows' televisivos en los que muestra su enorme simpatía. Porque, independientemente, de sus cualidades artísticas, Pedro es divertido, y se le presume, además, empatía, espíritu progresista y solidario e, incluso, cierta ambigüedad erótica que refuerza su aspecto más sexy.
El éxito de nuestro protagonista también es un signo de los tiempos. Aunque su trayectoria se despliega a través de dos décadas de trabajo en cine, televisión y teatro, el reconocimiento ha llegado a través de su participación en series difundidas por las plataformas. Primero fue su rol del malvado caballero Oberyn Martell en 'Juego de tronos', luego el mucho más creíble agente de la DEA Javier Peña en 'Narcos' y, posteriormente, ha destacado por sus incursiones en la ciencia ficción con 'The Mandalorian' y, sobre todo, 'The Last of Us'.
Sus personajes suelen responder a un perfil similar, al de un individuo curtido por diversos avatares que se enfrenta, con el bagaje de su experiencia, a desafíos y en los que, como en el último caso, ha de ejercer cierta protección de acompañantes desvalidos. Sin duda, la personalidad del individuo real se proyecta en los roles asumidos.
El efecto Pascal parece el contrapunto a la tendencia dominante. No es un superhéroe rubio, musculado y anglosajón, sino un hombre latino que hace sutil gala de su buen porte y cierto signo de distinción, una rara avis que, hasta ahora, ha escapado del encasillamiento que se otorga a los de su origen en Hollywood. Quizás hay algo del galán clásico que también contribuya a la aceptación conseguida. Nos hallamos ante la variante hispana de George Clooney, con quien guarda muchas similitudes.
El nombre del actor surge en producciones a punto de ser estrenadas, tan dispares como 'Los cuatro fantásticos. Primeros pasos' y la comedia romántica 'Materialistas' y también se incluye en proyectos de todo tipo que muestran su versatilidad. Pero, tal vez, su propia vida es el mejor argumento para una desaforada narración que bien podría firmar el otro Pedro, el manchego. No se hallan tan lejos. El actor fue uno de los protagonistas de su western 'Extraña forma de vida'.
El artista nació en Santiago de Chile en el seno de una familia acomodada con orígenes españoles y su verdadero nombre es José Pedro Balmaceda Pascal. Sus padres eran políticamente afines al gobierno de Salvador Allende y el progenitor, médico de profesión, atendió a un herido que le delató cuando fue apresado e interrogado. Decidieron huir cuando el niño sólo contaba nueve meses.
Un nuevo 'sex symbol'
'Su periplo fue largo. Tras permanecer asilados en la Embajada de Venezuela, obtuvieron acogida en Dinamarca y, más tarde en Estados Unidos. Residieron en Texas antes de mudarse a California, donde el doctor abrió una clínica de fecundación asistida. Unos años después, el médico fue acusado de transferencia indebida de óvulos de sus pacientes y decidió regresar a su país de origen.
El nuevo 'sex symbol' había iniciado su carrera y fue el único que decidió permanecer en Estados Unidos. En cualquier caso, los inicios fueron duros y las sombras familiares tampoco contribuyeron a la estabilidad. Los Balmaceda se regresaron poco después de volver a su tierra y en 2000 la madre, víctima de la depresión, se suicidó. Fue entonces cuando Pedro adoptó su apellido. Según explica, su infancia fue dura, a pesar de gozar de medios económicos, ya que era un niño retraído que sufría 'bullying' en el colegio y utilizaba el teatro como vía de escape.
No es el único intérprete de la familia. A menudo, posa en los 'photocalls' junto a su hermana, la actriz transgénero Lux Pascal, y, entre otras causas, se ha destacado en su apoyo a la comunidad LGTBQIA+. Sorprendentemente en alguien sobre el que mantiene un foco constante, no se sabe nada de su vida íntima, circunstancia que ha generado cierto halo de misterio y especulaciones sobre su orientación sexual. El actor se ha destacado como defensor de las minorías sexuales y ha expresado comentarios muy críticos con el gobierno de Donald Trump y su ofensiva contra la inmigración ilegal.
Nos hallamos ante la variante hispana de George Clooney, con quien guarda muchas similitudes
Pascal será en los próximos meses un héroe de cómic, el alcalde de un pequeño pueblo de México y un sofisticado millonario neoyorquino. Después, regresará a la pequeña pantalla como el superviviente de un mundo posapocalíptico que preserva la vida de una adolescente en la que reside la esperanza de redención. Posiblemente, el encanto del intérprete chileno radique en ese paralelismo entre la ficción y la realidad. En una atmósfera de crispación en la que emergen figuras autoritarias y violentas, el actor nos recuerda que Hollywood es la fábrica de los sueños, el lugar donde se crean personajes, reales o ficticios, capaces de seducirnos y, sobre todo, alimentar una vaga sensación de esperanza. ¡Pedroooo, te necesitamos!
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