'La enfermedad del domingo', secretos y olvidos

Parecía que habíamos perdido a Ramón Salazar como director, imbuido en la escritura de romances juveniles en busca de la taquilla como 'Tres metros sobre el cielo' o 'Tengo ganas de ti', lanzamientos con perfil comercial extremo basados en sendos best-sellers. En su día llamó la atención con 'Piedras', presente en la Berlinale en 2002, a la que siguió '20 centímetros' poco después.

Sin colocarse detrás de la cámara hasta 2013, víctima de uno de esos incomprensibles parones habituales en la profesión, regresó con la estimable '10.000 noches en ninguna parte', renovándose a sí mismo. Estos días confirma su retorno con fuerza de la mano de 'La enfermedad del domingo', un drama intimista que se apoya en dos actrices excepcionales, Susi Sánchez y Bárbara Lennie. Ambas, madre e hija en la ficción, se reencuentran 35 años después de que la mujer abandonase a su fruto con apenas 8 años. Su retoño, ya crecido, irrumpe en escena con una petición: convivir diez días juntas.

El guión firmado por el propio Salazar nace de su pasión por lo femenino y el interés en trabajar con dos actrices en un duelo interpretativo inquebrantable. Sánchez y Lennie llevan el peso dramático de la historia de un abandono, un reencuentro y ¿una redención? «Una brecha en la vida de ambas desarrolla su incapacidad para expresar lo que sienten», señala el cineasta.

«Hablan pues los silencios, expresa más el que escucha que el que expone, se multiplica entre ellas la dificultad de entenderse». Emociones a flor de piel, secretos y olvidos en una propuesta intensa, con ecos de Ingmar Bergman. Cuidada estéticamente, teatral por momentos, añade valor a nuestra reciente cinematografía. La ausencia y la culpa siguen nutriendo buenos relatos.