La maya vuelve a reinar
Silió recupera suicónico mástil tras el aplazamiento por lluvia
En Silió se palpaba cierta tensión y muchas ganas de rematar bien una de sus citas más populares y multitudinarias. Lo habían preparado todo para ... que no hubiera ni el más mínimo problema en el 'pinado' de la maya, después de haber sufrido el aplazamiento por lluvia del pasado jueves y la rotura de los mecanismos tradicionales que se utilizan para ponerla en pie hace un año.
Excepto las tradicionales carretas, todo era de estreno, la cordelería, tijeras, trócolas, «todo nuevo, hemos cerrado los ojos y hemos renovado todo lo necesario para que no se vuelva a caer la maya y garantizar la seguridad de todos cuantos nos han visitado», decía Sergio Balza, el presidente de la Asociación Cultural de los Mayeros de Silió.
Con mejor tiempo que el jueves todo salió bien. La maya vuelve a reinar en Silió dos años más tarde, erguida de nuevo, cual mástil en el que hondea la bandera de las tradiciones ancestrales revitalizadas y potenciadas en un pueblo que bien puede presumir también de La Vijanera.
La maya (la base, el tronco más ancho) y la añadición (la parte estrecha y alta), ya secas, se pusieron en pie siguiendo las pautas marcadas por la tradición, con el único apoyo de la fuerza del hombre y mecanismos tradicionales en los que solo sirven cuerdas, trócolas y andamios de madera como los usados hace siglos. Más de 30 metros de alto y dos toneladas de peso, a golpe de riñón de unos 30 vecinos, vistiendo camisa blanca y pañuelo rojo, que cuando se habla de costumbres, todo cuenta y nada sobra.
Pero cierto es que por faltar, falta el reconocimiento oficial del carácter singular de la fiesta, porque a pesar de su lejano origen, su vistosidad y tener particularidades que la hacen única, ni siquiera ha sido declarada de Interés Regional. Algo que el alcalde de Molledo, Joaquín Villegas, y Sergio Balza esperan solventar en breve, como señalaron mientras no quitaban ojo a los últimos preparativos y al cielo.
El público jaleó y aplaudió cada '¡eeehhhhh, unaaa!', el grito para tensar músculos y levantar unos centímetros más la Maya
Muchas fueron las personas que no quisieron perderse este sáado la lucha del hombre por levantar el gran tronco. Largo, ancho y pesado, más por la lluvia caída durante la semana. El público, expectante, jaleó y aplaudió cada '¡eeeehhh, unaaa!', el grito de guerra para tensar músculos y levantar unos centímetros más la maya, un grito pronunciado por Antonio Terán, el hijo del añorado 'Tin', el hombre que lideró el 'pinado' durante décadas.
Algo más de una hora más tarde, cuando empezaba a anochecer, los más experimentados pudieron fijar el gran tronco a la base metálica que lo aguantará hasta el final del verano. Fuerte y largo aplauso para ese final, muestra del respeto por los mayeros y por la tradición que representan. Tan fuerte como el suspiro que unos y otros soltaron tras llevar a buen término, por fin, el pinado de la maya.
Es, sin duda, un rito ampliamente extendido por todo el continente, pero varios son los aspectos que diferencian la maya de Silió de otras semejantes. En primer lugar la longitud, y, especialmente, el peso, al tratarse del único lugar en el que se alzan dos robles, madera de gran densidad y con una dificultad añadida, la tendencia a torcerse. También el empleo de útiles tradicionales y la ausencia total de herramientas mecánicas modernas que faciliten el proceso diferencia a Silió.
Muchos se acercan y preguntan el por qué se 'pina' la maya, qué significado tiene, y todo parece indicar que es un rito basado en la invocación del favor de las deidades para fecundar los campos y recibir buenas cosechas, tanto como una referencia a la actividad maderera de un pueblo ligado al robledal del monte Canales y, en todo caso, una llamada a la mitología propia de la comarca, al poder le la tierra y de todo cuanto en ella se planta mirando al cielo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión