Una visita histórica a la cueva de Cudón
Miengo reabre la cavidad a un grupo reducido de vecinos privilegiados, entre los más de 300 que se apuntaron en apenas 24 horas
El vecino de Cudón Juan Ramón López es uno de los pocos privilegiados que ya había estado en la Cueva de Cudón antes de la jornada de puertas abiertas de ayer, en la que accedieron sólo sesenta personas. «De críos, nos metíamos porque estaba abierta, pero entonces no éramos conscientes de la importancia que tenía», relataba justo antes de redescubrir la cavidad con otra mirada. Y es que, ahora, su interés por la historia le llevó a apuntarse en el sorteo realizado por el Ayuntamiento esta misma semana y que fue un éxito de convocatoria. Se inscribieron «más de 300 personas» en apenas 24 horas, pero sólo 60 pudieron entrar. Había muchas ganas de verla, porque la última vez que se abrió al público fue en 2017.
Aunque la mayoría de los participantes era de Miengo, también había algunas personas de otros lugares que resultaron agraciadas. Ese fue el caso de Marta Alonso, vecina de Santoña, que acudió con su hija Nahia. «Hemos leído sobre la cueva y sé que hay grabados y muchas manifestaciones, pero no hemos visto fotografías, así que es un poco sorpresa», expresaba antes de entrar.
Entre los seleccionados, se formaron cuatro grupos de quince personas, que se fueron adentrando a lo largo de la mañana y que, durante una hora, contemplaron la cavidad, acompañados de varios miembros del Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica (Caeap), con su director, Ramón Montes, a la cabeza.
En una jornada calurosa, quienes iban saliendo de la cavidad apreciaban el repentino cambio de temperatura, que calculaban sería de «unos diez grados». Como representante de la Consejería de Cultura del Gobierno regional, asistió también el director del MUPAC y jefe de servicio de Patrimonio y Arqueología de Cantabria, Roberto Ontañón. Según explicó este experto, la cueva de Cudón se descubrió a principios del siglo XX, por lo que «tiene una historia muy larga de investigaciones», citó.
El Ayuntamiento solicitará nuevas visitas guiadas a la cavidad para realizarlas en el mes de septiembre
La cueva se excavó y abrió al público en el siglo pasado, pero luego quedó en el olvido. Ya en la década de los ochenta, el colectivo Caeap retomó las investigaciones en su interior, aportando nuevos e interesantes datos. Allí se documentan un gran número de manifestaciones rupestres, más de 200, incluyendo un prótomo de caballo en rojo y la cabeza de un ciervo grabado. También hay una mano en negativo en rojo y son muy abundantes las puntuaciones, los signos complejos y los abstractos.
Toda la investigación de Caeap ha quedado recogida en un libro presentado recientemente, en el que ha colaborado el Ayuntamiento de Miengo con el objetivo puesto en dar visibilidad a la joya de la corona del patrimonio arqueológico local.
Visto el éxito de la convocatoria, la teniente alcalde de Miengo, Elena Castillo, que también acudió a supervisar la jornada, anunció que en septiembre se intentará hacer un nuevo pase, «antes de que llegue la época invernal y el agua haga difícil la visita». Así, se va a solicitar permiso para llevarlo a cabo ese mes. «Preferiblemente en fin de semana. Pero, si no, se hará entre semana», adelantó.