Camargo retrasa el Dos de Mayo al día 27

Este cambio de fecha ya se venía anunciando desde hace días para sorpresa de los vecinos del municipio. Ante la falta de una información precisa, la alcaldesa, Esther Bolado, explicó en una nota de prensa que «el hecho de que se esté trabajando actualmente con unos presupuestos prorrogados de 2016 hace que el día a día de la administración se ralentice, con lo que necesitamos más tiempo para programar en tiempo y forma estas actividades, dado que hay que recurrir a diferentes partidas para afrontar los gastos». Además, añadió que, «a pesar de este pequeño cambio en las fechas, el hecho de ser un acto festivo dedicado a rememorar unos hechos históricos que se prolongaron más allá de un día en concreto, permite cierta flexibilidad y que el desplazamiento de fecha no implique mayor problema, ya que lo importante es que se rememora la figura de Pedro Velarde y de quienes compartieron con él aquellos años cruciales para el futuro de España».

En esa misma dirección fueron las declaraciones del concejal de Turismo, Eugenio Gómez, que aseguró que «se trata de una fiesta que, más allá de la figura de Velarde, también quiere rememorar los acontecimientos que fueron posteriores al levantamiento de mayo de Madrid y que se vivieron en Camargo y en Cantabria». Por eso, el edil quiso quitarle hierro al asunto y añadió que «lo importante no es el hecho de celebrarlo junto a ese día del 2 de mayo o unos días más tarde, sino el hecho en sí de conmemorar aquellos acontecimientos y hacerlo como reconocimiento a quienes vivieron aquellos años de comienzos del siglo XIX, especialmente debido a la gran participación e implicación que despierta actualmente en Camargo».

Ante este comunicado, fuentes del PP aseguraron que «han sido los propios técnicos de contratación del Ayuntamiento los que se han plantado ante la alcaldesa» y «la han apercibido por no sacar la adjudicación del evento a concurso». Además, explicaron que, «desde la primera edición con esta alcaldesa, los técnicos municipales han mostrado su malestar por la adjudicación fuera de lo marcado por la Ley».

«Por este motivo, los técnicos municipales se han negado en redondo a colaborar en la tramitación de la edición 2018 de un evento que, con la consideración legal de habitualidad, no ha sido sacado a concurso ya que de hacerlo estarían incurriendo en prácticas fuera de la ley». Esta -apuntaron- es «la razón por la que una vez anunciada la fiesta con cartelería que incluía logos de la empresa organizadora (que no adjudicataria) el equipo de Gobierno se ha visto obligado a retrasar a casi junio la Fiesta del Dos de Mayo».

Por su parte, el Consistorio quiso remarcar que el aplazamiento de las celebraciones festivas no afectará «en nada» al acto oficial de homenaje a Pedro Velarde que mantendrá su cita anual y se celebrará el día 2 de mayo. «Vamos a continuar manteniendo esta celebración en el calendario festivo del municipio, como venimos haciendo desde el principio de la legislatura, para que todo el trabajo voluntario realizado hasta ahora por numerosas personas y colectivos que se han implicado y han mostrado su deseo de colaborar vea la luz y para que el conjunto de la ciudadanía pueda disfrutar con los actos», concluyó la regidora. Por tanto, ese mismo día, a las 12.00 horas en los jardines de la casa natal de Pedro Velarde (actual sede del Museo Etnográfico de Cantabria), tendrá lugar una misa y ofrenda floral en homenaje al héroe de Muriedas.

Esta no es la primera polémica que sacude a las fiestas del Dos de Mayo en Camargo. Cabe recordar que, con las elecciones y el cambio de gobierno en el municipio, surgieron las primeras diferencias sobre la celebración de la misma. Y es que el equipo de gobierno actual (PSOE-PRC) relevó las espectaculares recreaciones bélicas que habían copado el protagonismo de los actos conmemorativos del 2 de mayo durante la anterior legislatura del PP por una fiesta «popular» enmarcada en el ambiente de finales del siglo XVIII y principios del XIX con diferentes actividades de toque costumbrista y folclórico como una comida popular, bailes, música, danzas, teatro, poesía o pasacalles.

En su momento, el bipartito declaró que la nueva fiesta «prescindiría de cualquier atisbo de componente militar», que había sido el principal banderín de enganche turístico en los años anteriores. Y es que, desde su primera edición, esta fiesta ha conseguido números de récord en Camargo llegándose a alcanzar la cifra de 50.000 personas que se acercaron al Valle.

Tomando como referencia que la población de Camargo se aproxima a los 31.000 habitantes, el impacto sobre la economía municipal fue enorme. Los hoteles doblaron números, aunque el impacto más cuantificable se produjo en el sector de la hostelería. Al cierre de la primera edición, la Asociación de Hostelería de Camargo llegó a declarar que los establecimientos del casco urbano multiplicaron hasta por cinco su facturación. No obstante, ante este cambio repentino de las celebraciones y separación de los actos, la asociación ha preferido no hacer valoraciones sobre las consecuencias que este retraso en las fechas puede acarrear en su sector.