La Marmita de Laredo vuelve al puerto
El certamen celebra este sábado su 45 edición
Sábado de agosto en Laredo. El cielo nublado, el calor templado y una brisa que corre por el puerto pesquero dibujan el escenario perfecto. El ... agua invita a los chapuzones mientras en tierra firme se cocina otra tradición: la Marmita, una de las celebraciones más queridas de la villa, por el ambiente de participación y fiesta que genera entre jóvenes y mayores y que cumple este año su edición número 45.
Tras un año de paréntesis en el que el certamen se trasladó por obligación al centro de la localidad, debido a los trabajos de ampliación en la Cofradía de Pescadores de San Martín, la cita ha regresado de nuevo al puerto ya sin obras a la vista y con todo su aroma marinero. Las cuadrillas, formadas por familias y grupos de amigos, comenzaron la jornada temprano y con mucho por hacer: montar las carpas, colocar las sillas y mesas, recoger el carbón, las patatas, hielo y bebidas incluidas en la inscripción de 25 euros. También tuvieron que preparar los ingredientes. Pelar, cortar, picar, chascar… todo para elaborar la receta estrella cuya base es el bonito del norte.
Si bien el evento se presenta oficialmente como un concurso gastronómico, lo cierto es que el certamen trasciende lo meramente culinario. La competición y los premios quedan en un segundo plano frente a la convivencia, el verdadero encanto de la jornada. En torno al fuego se sientan familias, cuadrillas de amigos de toda la vida y jóvenes que heredan la costumbre de sus mayores. La cocina se convierte en excusa para estar juntos y celebrar.
La música en directo, a cargo de las peñas, pone el ritmo festivo y acompaña el constante ir y venir de personas. Algunos, cuchara en mano, remueven el guiso con paciencia; otros aprovechan para darse un chapuzón en las aguas del puerto, refrescándose antes de regresar a la tarea, y no faltan quienes se suman a los festejos marineros con las tradicionales cucañas o el popular 'patos al agua', que arrancan risas entre los asistentes.
Con todo, la ilusión de ser premiado con el primer puesto a la mejor elaboración es una realidad y, mientras la fiesta avanza, los integrantes de las cuadrillas hacen cola para presentar sus platos al jurado antes de que suene la campana. Por otro lado, pasadas las 14.00 horas de la tarde, se formaba otra larga cola para probar la marmita popular, elaborada a gran escala por la Peña del Tío Simón y la Asociación AMIL (Mujeres Independientes de Laredo). A cambio del módico precio de dos euros, vecinos y turistas pudieron degustar un plato solidario, ya que toda la recaudación se destina íntegramente a Cáritas Laredo.
Finalmente, el veredicto del jurado proclamó ganadora a la cuadrilla 202, Happy Metal, que se alzó con el primer premio por segundo año consecutivo con 125 puntos. En el segundo puesto, con 121, se situó el grupo María la del Río, y el tercer lugar fue para El Hueco, que alcanzó los 118 puntos tras una reñida valoración.
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