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La Virgen de la Luz, patrona de Liébana, volvió a recorrer los pueblos de la comarca. El repique de las campanas de la iglesia parroquial de la localidad de Aniezo (Cabezón de Liébana) anunciaba bien temprano –pasadas las 08.00 horas–, el inicio de la procesión anual de 'La Santuca', apelativo con el que se conoce popularmente a la venerada imagen. Antes de procesionar, con una iglesia repleta de devotos, el párroco local, Elías Hoyal, concelebró una misa en honor a la patrona junto al sacerdote Marcelo Lucaci.
En esta ocasión, la imagen fue trasladada por los lugareños y autoridades locales en unas andas que han sido engalanadas con cerezas para la ocasión, y que fueron restauradas previamente por la Fundación Santa María de Toraya. Como manda la tradición de una de las procesiones más largas y antiguas de España (data del medievo), los porteadores se fueron turnando en el transporte de la patrona.
También tuvo lugar en los cuatro municipios por el que procesiona 'La Santuca' el tradicional intercambio de bastones de mando entre los alcaldes de Cabezón de Liébana, Cillórigo de Liébana, Potes y Camaleño.
Otro de los momentos emotivos que tiene esta arraigada tradición, es la parada de la comitiva en la residencia de la Tercera Edad de Potes. Allí, los residentes pueden disfrutar de la patrona en pleno centro de la villa. Pese a que el buen tiempo acompañó la mañana y parte de la tarde, fue precisamente en esta parada matutina en la que comenzó a llover, acompañando los fieles a 'La Santuca' ya con paraguas hasta el Monasterio de Santo Toribio. Allí, la comitiva religiosa fue recibida por el obispo de Santander, Arturo Ros, quien portaba la reliquia del Lignun Crucis para recibir a la patrona. En esta ocasión, el protocolo cambió a la medida del tiempo y, en vez de salir a buscar a la patrona, el encuentro se realizó dentro del templo.
Asimismo, la misa en honor a la Virgen de la Luz fue oficiada por el obispo tras la colocación en el altar de honor de la imagen de la patrona de Liébana junto al trozo de la cruz de Cristo, que se conserva y custodia con veneración tras los muros del monasterio.
Tras concluir la ceremonia religiosa, 'La Santuca' siempre emprende el camino de vuelta a su iglesia del pueblo de Aniezo, en Cabezón de Liébana, hasta donde fue transportada de nuevo en procesión. Esta vez, el sol volvió a brillar, por lo que los devotos no tuvieron que resguardarse ya de la lluvia.
La procesión de 'La Santuca' tiene la particularidad de ser la más larga de la región y se cree que de España entera, ya que los fieles la portan en andas durante unos 30 kilómetros de ida y vuelta. La dureza del recorrido obliga a hacer turnos para llevar a la virgen, que atraviesa los cuatro municipios lebaniegos.
Al margen de los cientos de fieles que hicieron el duro recorrido a pie, otros muchos más esperaban en cada una de las paradas que realizan a lo largo del trayecto.
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