Comillas duplicará el espacio de su actual oficina de turismo
El Ayuntamiento licita el acondicionamiento de la antigua sede de la Policía Local, ubicado en los bajos del edificio consistorial, con este objetivo
Comillas reubicó hace unos meses la sede de la Policía Local, que pasó a ocupar el antiguo albergue de peregrinos en desuso. La idea del cambio era emplear el espacio que ocupaban los agentes para ampliar la anexa oficina de turismo y contar, así, con unas instalaciones acordes al volumen de visitantes que recibe la villa, especialmente en época estival. Y es precisamente la adecuación de este espacio lo que el Ayuntamiento acaba de sacar a licitación por 168.903 euros, de los cuales el Consistorio aporta 68.903 y el resto se financiará con cargo al Plan de Sostenibilidad Turística Saja-Nansa.
La oficina está situada en los bajos del edificio consistorial, en la plaza Joaquín del Piélago. Tras la actuación planeada, «esperamos duplicar el espacio que ocupa actualmente», ha concretado el concejal del área, Julián Rozas (PSOE). La instalación en la que se actuará, ahora obsoleta, «dispone de un mostrador, un vestuario, un almacén y dos aseos», que se adherirán al local actual. El plan contempla actuar en ambos espacios con el fin de unificarlos y ganar en comodidad y funcionalidad.
«Pretendemos crear una oficina de turismo con más posibilidades de atención al usuario, así como mejorar las condiciones laborales de los trabajadores». Actualmente, el personal lo componen una técnico y dos informadoras. Tras la licitación de los trabajos, el contrato tiene una duración de seis meses, «por lo que esperamos que la obra esté finalizada para la próxima Semana Santa», ha adelantado el edil.
Otra oficina, pero virtual
La puesta en marcha del proyecto para ampliar la actual oficina de turismo cierra un capítulo polémico en la villa en relación a la intención inicial del Consistorio, que consistía en trasladar el servicio a la planta baja del antiguo ayuntamiento, en la calle de la Constitución -junto a la iglesia-. El plan generó confrontación porque el diseño incluía cerrar la portalada del histórico edificio dieciochesco y convertir el espacio en una nueva oficina de turismo, foco de atracción de visitantes, lo que generó una una ola de protestas de ciudadanos en contra del planteamiento municipal, que consideraban «atentaba contra el patrimonio».
Finalmente y tras varias semanas de tensión, el Consistorio desistió y modificó el proyecto previsto, de manera que los bajos del antiguo ayuntamiento serían tan solo «una oficina de turismo virtual», pero como complemento a las actuales dependencias, que continuarían ocupando el mismo lugar, la planta baja de la Casona municipal. En vez de eso, se ha optado por anexar la antigua sede de la Policía Local y el coste de la obra no varía mucho (el anterior proyecto contaba con un presupuesto de 147.853 euros frente a los 168.903 actuales).