El rompeolas de San Vicente volverá a contar con su farolillo
Mediante una actuación de emergencia, el servicio de Puertos construye la baliza que derribó el temporal del pasado mes de enero
VICENTE CORTABITARTE
SAN VICENTE.
Sábado, 8 de febrero 2020, 08:51
El rompeolas de San Vicente de la Barquera volverá a contar en las próximas semana con el farolillo verde que marca el estribor para ... las embarcaciones que acceden al puerto barquereño, baliza que fue totalmente destruida en la madrugada del pasado día 10 de enero por un fuerte temporal, dejando al puerto de San Vicente sin está señal básica de seguridad para la navegación mediante un elemento característico de una de las zonas que forma uno de los paisajes mas singulares y atractivos de la villa barquereña.
La importancia de esta infraestructura para la seguridad marítima ha hecho que el servicio de puertos de la Consejería de Obras Públicas haya declarado de emergencia su reposición por el riesgo que supone el no contar con dicha instalación, por lo que a pesar del poco tiempo transcurrido ya se está trabajando en la ejecución de un proyecto para reponer la baliza mediante una actuación que supone una inversión de 67.118 euros que estará finalizada, sin el tiempo lo permite, a lo largo del presente mes de febrero.
Tras valorar diferentes opciones para reponer un elemento imprescindible para la navegación marítima pero que por su imagen tradicional formaba parte del paisaje tradicional de uno de los lugares más atractivos de la villa barquereña se decidió que el nuevo farolillo tenga unas características similares al desaparecido en el temporal de enero, pero ahora se está construyendo sobre una amplia base de hormigón de 5 por 4 metros de ancho y 60 centímetros de altura, emplazado unos pocos metros más hacia el interior del dique oeste, reforzando la estructura del clásico elemento que contará con cerca de cinco metros de altura, de esta forma se mantiene la línea arquitectónica tradicional que cuenta con otro farolillo similar en el otro lado del canal de navegación, en el extremo del dique este que delimita la playa de Merón.
Hay que tener en cuenta que el lugar en el que se está reconstruyendo el nuevo farolillo es una de las zonas que sufre los mas fuertes azotes de las marejadas del Cantábrico, al estar en el extremo de un dique de unos 400 metros de largo que se adentra en el mar, precisamente para contener el oleaje con el fin de facilitar el acceso al puerto barquereño.
La fuerza del mar en ese punto supone un gran atractivo para turistas y curiosos de contemplar la rompiente de las olas contra el dique, situación que precisamente ha provocado en el pasado dramáticos incidentes con consecuencias mortales, lo que ha llevado a reforzar las seguridad del dique instalando dos puertas para su cierre en días de temporales.
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